05/09/2006

La película de Jean-Pascal Hattu es, efectivamente, muy francesa, en el trato del tema con gran sobriedad (en los diálogos, muy fieles a lo que suenan las conversaciones de la vida diaria), evitando el melodrama e intentando aún expresar el sufrimiento de una pareja separada por el muro de una prisión. Esta representación de la vida de la prisión fuera de ella, a través de Maïté (esposa del presidiario), refleja, de hecho, la aceptación, por parte de los personajes, de su situación.

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tráiler
ficha de la película] es una transparente e imparcial ventana a través de la cual podemos observar, en una serie de primeros planos, un ritual que se ha convertido en parte de la vida de Maïté (las visitas a la prisión, la lavandería donde puede oler el olor de su marido, Vicente, y pulverizar su perfume en la ropa que le llevará), pero esta rutina se altera cuando Vicente, ahora completamente dependiente de ella, encuentra una manera de controlar la situación facilitándole un amante, Jean, guarda de la prisión.

Hasta ahora, lo que parece ser un triángulo amoroso es, de hecho, un juego de sólo dos jugadores; para el amante es inhumano, como el casete que lleva dentro y fuera de la prisión, él es sólo un vector cuyo papel consiste en reflejar el perfecto amor simétrico de esta pareja destrozada (como la ropa que a Maïté se le permite llevar a Vicente, los amante sólo van “de dos en dos”). De este modo, lo que podría haber sido el tema de un documental es, de hecho, una historia de amor absoluto, un cuento poético al que no le faltan detalles de amor, como la presencia del chico increíblemente maduro que nota la necesidad de Maïté por lo carnal y que es testigo de su adulterio.

7 ans ha sido producida por Justin Taurand para Les Films du Bélier. Las ventas internacionales corren a cargo de Pyramide.

(Traducción del francés)