El síndrome chino de Amelio
por Camillo De Marco
Hay un gran río en China llamado Yangzi (o Chang Jiang), bautizado por los occidentales como Río Azul, que se volverá un lago de 600 km con un inmenso dique. Sangai y otras ciudades necesitan 18000 megavatios de más y no importa si decenas de pueblos deberán ser evacuados. Se llama desarrollo.
Sergio Castellitto, que en el nuevo filme de Gianni Amelio La stella che non c'è [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (lit. "La estrella que falta") es un obrero especializado llamado Vincenzo Buonavolontà, sube por aquel río para llegar a una fundición que ha comprado un horno de su fábrica en desmantelamiento. Vincenzo está convencido que el implante está defectuoso y lleva consigo una centralita hidráulica para sustituirlo.
Después de la historia de la emigración italiana en un Turín de finales de los años 50 de Così ridevano (lit. "Así reían") y el viaje a una Albania sobre las huellas del éxodo clandestino de Lamerica, Amelio, primer italiano en concurso en la Mostra, parte al descubrimiento de la China de las grandes contradicciones, de las metrópolis en expansión y de las inmensas provincias desmoralizadas, rodando un filme de tenaz lirismo en el cual un obrero italiano se enfrenta a un gran país en plena modernización.
"No quería hacer un enésimo documental sobre el desarrollo global", puntualiza el realizador, "sino relatar una historia eterna: la necesidad de vivir, de no darse por vencido, la historia de un hombre que vive en un occidente que parece haber abandonado algunas exigencias del espíritu". Envuelto en la fotografía de Luca Bigazzi que privilegia los tonos del azul, Castellitto enfrenta una prueba de actor que nunca antes, como esta vez, se había identificado con la mirada del actor. "Raramente me sentí tan amado, tan cerca de la cámara de un realizador", ha dicho el actor romano durante una enloquecida conferencia de prensa. Su obstinado e idealista obrero, en viaje con una intérprete china que le enseña la ternura (la debutante Tai Ling), llegará al final de su donquijotesca empresa que le endulzará el alma.
Libremente inspirado de la novela de Danilo Rea "La dismissione", La stella che non c'è fue rodada en el país asiático en 80 días y fue producida con grande esfuerzo logístico y financiero por Rai Cinema y Cattleya en coproducción con Francia y Suiza (Babe Productions, Carac Film, RTSI) en asociación con Achab Film, con el apoyo de Eurimages y la colaboración de Oak3. El filme, se estrenará el viernes en Italia en 250 copias con 01 Distribution y es distribuido internacionalmente por Lakeshore Entertainment.
(Traducción del italiano)
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