17/05/2007

Ian Curtis, líder del grupo post-punk Joy Division, era un poeta. Lo demostraban las bellísimas letras de sus canciones. Y era un poeta maldito, una especie de Mallarmé o Rimbaud de finales de los 70, porque, como ellos, tomaba la esencia profunda de la realidad.

Rodada en blanco y negro con la perfecta fotografía de Martin Ruhe, el director de origen holandés Anton Corbijn ha querido recorrer la breve vida de este joven del noreste inglés que se suicidó, con sólo 23 años, el 18 de mayo de 1980, en la víspera de aquella gira en los Estados Unidos que lo habría catapultado finalmente al Olimpo de las estrellas.

Corbijn, fotógrafo rock por excelencia (a quien debemos las portadas de cientos de álbumes y Cds, entre ellos, de U2, R.E.M., Springsteen, Nick Cave) y director de videos musicales (Depeche Mode, Nirvana, Metallica…) conoce la materia y ahonda sus manos en el periodo que marca el momento más creativo y prolífico de los escenarios de Manchester. David Bowie y Lou Reed viven el apogeo de sus carreras y los Sex Pistols emergen con la fuerza de su punk rock. Ian Curtis (bien interpretado por Sam Riley) es un jovencísimo empleado de la agencia de trabajo Macclesfield, afectado por la epilepsia y enfermo de poesía. Sueña con hacerse famoso con su banda y lo consigue en poquísimo tiempo, tras haberse encontrado con el influyente Tony Wilson, que lo invita a su programa de televisión y lo contrata.

Casado prematuramente con Debbie (una genial Samantha Morton), con la que tiene una hija, Ian se enamora pronto de una joven belga que lo sigue en todos sus conciertos por todo el país. Su inmensa sensibilidad, la lucha entre razón y corazón, la enfermedad, lo llevan finalmente a la trágica decisión del suicidio.

Producida por Northsee Limited, en asociación con EM Media, IFF/CINV, 3 Dogs and a Pony Japan y Warner Music Uk, Control es una película musical dirigida a aquéllos que vivieron ese periodo turbulento y a los jóvenes curiosos por saber de donde nace el fascinante lado oscuro de muchas bandas actuales que se inspiraron en los Joy Division, pero, al mismo tiempo, para utilizar palabras literales del mismo director, es "una película personal" sobre un joven que representaba una isla de sí mismo y que perdió el control de su vida.

(Traducción del italiano)