Los sosias solitarios de Harmony Korine
por Camillo De Marco
En búsqueda de financiación para su nuevo proyecto, titulado Mister Lonely [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el californiano Harmony Korine, de 34 años, llegó al Viejo Continente, encontrando apoyo en los franceses de O'Salvation Cine y Love Streams Agnés B., la británica Recorded Picture Co. y la irlandesa Metropolitan.
Quien ha visto Gummo y Julien Donkey-Boy, las dos cintas que han dado la fama a Korine, primero en el ambiente del cine underground neoyorquino y luego en el mundo, o ha apreciado sus los guiones de Kids y Ken Parker, dirigidos por el cantante amante del sexo, las drogas y la violencia juvenil Larry Clark, encontrará, sin embargo, en Mister Lonely sólo una copia corregida de los elementos típicos de su cine: cambio de ambiente, imágenes oníricas y sucias, degradación moral, ambiente suburbano, afecto y comprensión para los monstruos sociales, los perdedores, los frikis…
No es que los protagonistas de Mister Lonely no sean románticos y tiernos fracasados: el protagonista (el mexicano Diego Luna) es un patético sosias de Michael Jackson que se exhibe por las calles de París hasta encontrar a una Marilyn Monroe (la deliciosa Samantha Morton), que lo convence para integrarse en una comunidad de sosias (el Papa, la reina de Inglaterra, el presidente Lincoln, Madonna, Sammy Davis jr. etc) en las Highlands escocesas. Pero la fuerza vital y cáustica de Korine se expresa mejor en el episodio paralelo, donde una joven monja misionera en África cae de un pequeño aeroplano (guiado por el "padre" Werner Herzog!) mientras que lanza sus bolsas de arroz a la población y, tras de haber rogado a Dios, aterriza milagrosamente indemne. Sin embargo, muere en un sucesivo desastre aéreo cuando se dirige al Vaticano para encontrarse con el Papa, quien la felicitará por el milagro.
La presencia de otros personajes del cine europeo, como James Fox y Leos Carax (realizador de Los amantes del Pont Neuf), no ayudan a liberar la maldad de este terrible muchacho americano que permanece atrapado en las mallas de la coproducción que tal vez reclamaba un filme más comercial.
(Traducción del italiano)
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