24/05/2007

"¡ Alégrate, entonces, tú, que estás vivo, de este lugar recalentado por el amor antes de que el inevitable Leteo bañe tu pie, fugitivo!". Esta cita de Goethe en exergo de You, the living [+lee también:
crítica
tráiler
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entrevista: Roy Andersson
ficha de la película], la nueva película del muy original realizador sueco Roy Andersson, resume bien las intenciones perfectamente concretadas por el cineasta: mezclar la alegría de vivir expresada por un humor burlesco a una constatación bastante desesperada sobre el ser humano y el mundo contemporáneo. Muy apreciado en su proyección hoy en la sección Un Certain Regar del Festival de Cannes, el largometraje, el cuarto en 37 años de carrera del realizador-productor vencedor en Cannes en el año 2000 del Premio del Jurado, no sació del todo, sin embargo, a varios de su admiradores. En efecto, si Roy Andersson sobresale en su estilo característico hecho de astucias (rodaje en estudio), de simplicidad muy controlada (escenas en gran ángulo desde un único punto de vista y en plano secuencia, brillante composición teatral) y atmósferas sugestivas (luces filtradas y tonalidades monocromáticas, sobre todo, verdes), el aspecto narrativo compuesto de una cincuentena de escenas de la vida diaria de los habitantes de una gran ciudad no permite profundizar suficientemente en los personajes para que el espectador pueda realmente identificarse. Una distancia que no impide que You, the living se revele como una obra notable por las calidades fuera de normas del estilo del cineasta y por la multitud de temas profundos y universales abordados bajo un humor devastador.

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Parejas que se pelean o que se ignoran, enamorados abandonados o llenos de ilusiones, psiquiatra cansado, ejecutivo racista, trabajador con pesadillas, vendedor de alfombras, peluquero vengador, hombres de negocio corrompidos... y, sobre todo, músicos de jazz de Nueva Orleans: You, the living dibuja la vida diaria mediante personajes conectados por ciertos vínculos (bar, orquesta, tienda...). Y los decorados construidos en los propios estudios de Roy Andersson ofrecen apasionantes variaciones visuales. Sembrada de escenas oníricas, la película versa su filosofía de la incomunicabilidad bajo una ráfaga de chistes hilarantes que abordan los temas sociales y personales más pesados: alcoholismo, pena de muerte, religión, vejez, materialismo, justicia... Una oscura visión del mundo de la cual es mejor reír, como lo demuestra perfectamente la película del cineasta.

Coproducción europea que asocia a Suecia (Roy Andersson Filmproduktion), Dinamarca (Posthust Teatret / Spillefilmkompanet 4 1/2), Alemania (Thermidor Filmproduktion) y Francia (Société Parisienne de Production), Toi qui est vivant se beneficia de un presupuesto de 4,8 millones de euros. Apoyado en particular por el SFI, el NFI, el DFI, Canal +, Eurimages, WDR/Arte, el Nordic Film & Television Fund y Arte France Cinéma, el filme es vendido internacionalmente por The Coproduction Office.

(Traducción del francés)