Las estrellas de un festival radiante
por Bénédicte Prot
La 45ª edición de la Viennale (19-31 de octubre) cerró sus puertas en la víspera de la festividad de Todos los Santos con un balance más que positivo y unos ganadores más que felices. El Premio de Viena, creado en 1991 para recompensar a largometrajes austriacos de la selección, recayó sobre Rule of Law, de Susanne Brandstätter. Los cinco miembros del jurado lo eligieron por "su defensa de la justicia y la no violencia, así como por la tolerancia entre oponentes (...), candente desde el primer al último minuto". También acordaron una Mención Especial a Almfilm, de Gundula Daxecker.
El Premio de los lectores de Der Standard -que ha garantizado estos últimos años la distribución a todos los vencedores del mismo- fue a parar al documental alemán Rubljovka − Straße zur Glückseligkeit, de Irene Langemann, calificado por el jurado como "joya" original, "sutil" y "divertida". El Premio FIPRESCI, atribuido por un jurado compuesto, entre otros, por el crítico francés Michel Ciment, distinguió al título estadounidense Shotgun Stories, de Jeff Nichols.
El festival también se ha visto recompensado en su conjunto por el entusiasmo de los espectadores, más numerosos que nunca este año: 91.700 cinéfilos frente a los 88.900 de 2006. Además, 126 cintas de las 321 proyectadas pudieron colgar el cartel de completo. El índice de asistencia a las salas pasó del 78,40% registrado el año pasado a un 79,20% este año (84,3% para los largometrajes de ficción y 76,7% para los documentales).
(Traducción del francés)
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