Depardieu: “Cada vez me parezco más a Obélix”
por Gabriele Barcaro
La tercera adaptación en acción real de las aventuras de los inmortales irreducibles galos creados por René Goscinny y Albert Uderzo, Astérix en los Juegos Olímpicos [+lee también:
tráiler
ficha de la película], es, a pesar de que Obélix haya desaparecido del título, una película de dos. Como dos son los directores, Frédéric Forestier y Thomas Langmann (éste último también productor), dos las estrellas protagonistas, Gérard Depardieu, que repite como el orondo Obélix, y Alain Delon como Julio César, y dos los invitados italianos, la pareja de cómicos Luca Bizzarri y Paolo Kessisoglu.
La película, cuyo rodaje ha sido realizado íntegramente en los estudios Ciudad de la Luz de Alicante, tiene un presupuesto de 78 millones de euros, lo que la convierte en la producción más cara de la historia del cine francés. De hecho, según ha admitido Langman, director de la productora La petite Reine y auténtico propulsor del proyecto con la ayuda de Pathé y otros co-productores internacionales, en este caso el desafío es “competir con el cine estadounidense sin renunciar a tus propias raíces”. En Italia, la película llegará a los cines el 8 de febrero de la mano de Warner Bros. con 400 copias.
“Es un personaje al cual me parezco cada vez más”, dice Gérard Depardieu sobre Obélix, “también en su personalidad. Es un superhéroe que no tiene ninguna misión que cumplir, no tiene que salvar la tierra, sino solamente hacer feliz a quien le rodea, cuidar a su perro y disfrutar del placer de la comida. Como yo”.
Astérix, que en las dos primeras entregas había sido interpretado por Christian Clavier, será encarnado en esta ocasión por Clovis Cornillac. Pero la incorporación más esperada es la del legendario Alain Delon: “necesitábamos a alguien con su carisma. En Francia, cuando quieren bromear sobre él, dicen que habla de sí mismo en tercera persona”. En la película, interpreta al vanidoso emperador Julio César y su primera intervención es un largo monólogo donde confluyen frases de los títulos más importantes de la carrera del actor. Pero los guiños cinéfilos no se acaban aquí. Depardieu, como ya hiciera en Cyrano de Bergerac, aconseja a un enamorado un poco despistado utilizar la famosa frase “un beso es un apóstrofo de color rosa colocado entre las palabras te quiero”.
Delon, según los directores, “ponía nerviosos a los técnicos, con la autoridad propia de una leyenda. En cambio, Gérard estaba siempre bromeando, intentando que todo el mundo se sintiese a gusto”. Están de acuerdo Luca Bizzarri y Paolo Kessisoglu, que cuentan haber visto a Delon sólo de lejos “y ni siquiera estamos seguros de que fuera él”, bromean. La pareja de cómicos italiana, que interpretan a dos árbitros un poco corruptos, fueron contratados cuando Langmann vio en su programa de la televisión italiana “Le iene” (adaptación para la televisión italiana de “Caiga quien caiga”, ndt) y “caímos rendidos ante su sentido del humor”.
Ya que se trata de una película sobre los Juegos Olímpicos, son muchos los deportistas de élite que han participado en la película. Así, Michael Schumacher conduce una cuadriga, roja como la Ferrari con que competía en los circuitos de F-1, el ex-jugador del Real Madrid Zinedine Zidane enseña qué se puede hacer con el primer balón de fútbol de la historia y el jugador de baloncesto Tony Parker inventa este deporte.
(Traducción del italiano)
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