20/05/2008

Siguiendo los pasos de su mentor Roy Andersson, Ruben Östlund es este año el representante sueco en Una Cierta Mirada con su segundo trabajo, Involuntary, una tragicomedia dividida en cinco historias proyectada ayer en Cannes,.

¿Por qué un acto individual toma un cierto camino cuando estamos en grupo, sin tener en cuenta el bien y el mal, su propia dignidad y el sentido común, y en qué medida? Éste es el tema central, basado en cinco retratos de la sociedad sueca contemporánea a través de diferentes grupos de edades y clases sociales: las adolescentes atrapados en las borracheras y la influencia de la cultura de YouTube; amigos que a sus 30 años disfrutan de la libertad sexual del fin de semana; un profesor que debe tomar una postura en contra del comportamiento de sus colegas; un anciano herido accidentalmente durante su fiesta de cumpleaños que quiere poner cara de valiente; y una actriz en un autobús, atrapada en una situación en la que ella permite que alguien cargue con la culpa de algo que ha hecho ella.

Aunque las situaciones están conectadas, las historias a menudo son el comienzo, crean un sentido de frustración en el espectador. Las películas de Östlund a veces están rodadas con una cámara inmóvil (al igual que en su anterior película The Guitar Mongoloid), añadiendo incómodos, y a menudo divertidos, ángulos, como la escena de apertura, en el que la cámara sigue una conversación a pie.

Involuntary ha sido producida por Plattform Produktion (co-fundada por Eric Hemmendorff), en co-producción con Film i Väst y el canal público sueco SVT, y con la ayuda del Swedish Film Institute y el Nordisk Film & TV Fond.

Las ventas internacionales están a cargo de la francesa The Coproduction Office.

(Traducción del inglés)