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VENECIA 2008 Semana de la Crítica

El dolor de barriga del sereno

por 

¿Es una “mala digestión de la guerra” lo que Mehir siente subir desde su estómago hasta su cerebro y luego en su corazón, o se trata solamente de “empatía matrimonial”, la misma nausea que sufre su mujer cuando descubre que está embarazada?

Namik Kabil, de 40 años, nacido en Tuzla y residente en Sarajevo después de haber estudiado en Los Ángeles, ha rodado en la capital bosnia su primer largometraje, Čuvari noći - Nightguards, una pequeña reflexión llena de humor negro sobre la posguerra en esta ciudad. El microcosmos en torno al cual giran sus dos personajes es un gran almacén de muebles y de cocinas. Mehir y su colega Brizla, son serenos y luchan contra sus obsesiones cotidianas, expresiones de un malestar profundo que se remonta a las masacres de una guerra que quince años atrás destrozó para siempre el alma de los supervivientes.

Nightguards da un motivo al espectador para reflexionar sobre las posibilidades de un pueblo en fase de recuperación de un conflicto bélico en el tercer milenio, en la era de la globalización económica y social, del Jacuzzi y del Nokia N85 (protagonistas del magnífico cortometraje de Oliveira presentado como apertura del festival). Nos interrogamos sobre cómo los individuos pueden volver a una vida “normal”, salir de su alienación como cuando nos despertamos después de una pesadilla.

Namik Kabil no nos da respuestas, pero siembra la película de pequeños signos y símbolos, terminando con la imagen de la inocencia imposible de recuperar de un gatito que bebe leche.

(Traducción del italiano)

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