05/09/2008

En un festival donde el promedio de duración de las películas es de 120 minutos, un largometraje realizado con un presupuesto nimio que dura 62 minutos suscita curiosidad. Pinuccio Lovero - sogno di una morte di mezz'estate es la historia de un cuadragenario que siempre ha soñado con trabajar como sepulturero hasta que por fin consigue un empleo como guardián del cementerio de un pueblecito de la región de Apulia. Lástima que nadie se muera y que las jornadas las pase sin hacer nada.

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Puede sonar a broma, pero el director Pippo Mezzapesa, que ya ha realizado documentales, videoclips musicales y cortos (entre los cuales Come a Cassano, muy popular en YouToube) ha logrado alargar un material que hubiera bastado apenas para un cortometraje y hacer un filme que narra la utopía de un pequeño hombre lleno de esperanzas, que toca la trompeta en la banda del pueblo, compone extrañas canciones, esculpe lápidas y espera su primer funeral. El cineasta utiliza los elementos de la comedia “a la italiana” y el público se ríe, sobre todo de las ocurrencias involuntarias de Pinuccio sobre la muerte, tras las cuales se oculta su filosofía (y la de todos): que venga pero lo más tarde posible, y a poder ser, que se lleve antes a otro.

(Traducción del italiano)