03/11/2008

Tres títulos han sido los ganadores de la recién clausurada edición de la Viennale, celebrada del 17 al 29 de octubre.

El Premio de Viena, destinado a una producción austriaca, fue para For a Moment, Freedom, de Arash T. Riahi. La cinta fue coproducida por la vienesa Wega Film con Francia y Turquía. Este título, que reúne tres historias sobre la fuga y las fronteras, sedujo al jurado por su manera “de yuxtaponer tragedia y humor”, su “excelente estilo narrativo” y “la interpretación de los actores”.

El Premio de los lectores de Standard, dirigido a las películas que aún no han encontrado distribuidor en Austria, se asignó a la película americana Momma's Man, de Azazel Jacobs, mientras que el jurado FIPRESCI dio su máximo galardón a Our Beloved Month Of August [+lee también:
tráiler
ficha de la película], segundo largometraje del portugués Miguel Gomes, cuyos trabajos anteriores fueron objeto de un programa especial durante el festival. Producido por O som e a fúria en coproducción con Francia, la cinta describe un verano en el centro de su país y, según la crítica, da “vida a un mundo de música, pasión, romanticismo y tragedia, un mundo a la vez mágico y mundano (...), real y ficticio que nace bajo nuestros ojos y parece al mismo tiempo haber existido desde siempre”.

El rico programa de la Viennale atrajo a 92.100 espectadores, superando el récord establecido el año pasado de 91.700 asistentes. Sobre un total de 332 proyecciones, 116 tuvieron que poner el cartel de “no hay billetes”. El porcentaje de asistencia a las proyecciones disminuyó ligeramente (76,80% contra 79,20% en 2007) como resultado del aumento de las sesiones, pero se constató una vez más que el interés de los espectadores está dividido entre ficciones y documentales.

Si el homenaje a Bob Dylan no obtuvo los resultados previstos, el programa consagrado al distribuidor y exhibidor vienés Franz Schwartz de Stadtkino (para el cual se eligieron 24 películas magníficas, de Demy a Kaurismäki pasando por Godard y Chris Marker) obtuvo un éxito inesperado. Las sesiones especiales consagradas al huésped de honor del festival Werner Schroeter, resultaron también memorables. Destaca el impacto de las dos obras encargadas por el festival: el avance de esta edición, realizado por Jean-Luc Godard (y titulado Une Catastrophe) y el proyecto vídeo Empires of Tin, de Jem Cohen.