20/11/2008

El brau blau (El toro azul), la primera de las dos películas españolas presentadas a concurso en la 2ª edición del Festival de Cine de Estoril, se proyectó ayer y contó con la presencia de su director Daniel Villamediana. Para su primer largometraje, el cineasta nacido en Valladolid pero afincado en Barcelona, eligió un concepto a la vez sencillo e intrigante: filmar el torero sin el toro, o cómo pintar la técnica sin la presencia física de su objeto.

Minimalista, cercano a la abstracción, y rechazando el recurso a los diálogos (sólo hay espacio para las lecturas de breves extractos de antiguos manuales de tauromaquia), El brau blau sigue los rituales solitarios de un joven torero herido (Victor J. Vásquez), que busca la vez la perfección técnica y la realización espiritual. Deliberadamente desconectado de la tradición de la tauromaquia típica de España, el director decidió rodar lo que llamó la “tauromaquia interior“.

“En la arena, el torero puede llegar a olvidarse del toro y del publico. Es el proceso para llegar a ese estado que he querido rodar», comentó Villamediana en la charla con el público que siguió a la proyección.

Como El Cant des Ocells, de Albert Serra, que se presenta hoy en concurso, y Liverpool, de Lisandro Alonso, también en el programa pero fuera de concurso, El brau blau atesta que Barcelona no es solo una región especialmente activa para el cine de terror (REC y El orfanato, dos de los mayores éxitos de la taquilla el año pasado, dirigidos por cineastas catalanes, Jaume Balaguero y Juan Antonio Bayona), sino también un sitio donde proliferan cineastas que llevan a buen puerto proyectos que están fuera de las fronteras comerciales. Lluis Miñarro, que llega hoy a Estoril, es el productor de las tres películas con su empresa Eddie Saeta.

Tras Locarno y Estoril, El brau blau se presentará también en el Festival de Gijón la semana que viene. Su estreno en los cines españoles, aún en negociaciones, ocurrirá posiblemente en febrero de 2009. Villamediana espera que la película guste tanto a los aficionados como a los detractores de los toros, pero es consciente de la dificultad de distribuir un proyecto como el suyo. Cómo conseguir que películas como El brau blau salgan del circuito de festivales y lleguen a un público más amplio es una de las cuestiones posibles de abordar en la conferencia anual de Europa Distribution, cuyo primero de tres días de charlas empiezan esta tarde y cuentan con la presencia de 50 productores independientes europeos.

(Traducción del inglés)