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EVENTOS Suiza

Tributo a Alain Tanner en Paris

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En 2009, el cineasta suizo Alain Tanner cumplirá 80 años, mientras que todos los nacidos en 1976 que fueron bautizados Jonas en honor a su película Jonás, que cumplirá 25 años en el 2000 cumplirán 33. Para homenajear a esta larga y próspera carrera cerrada en 2003 con Paul s’en va, la Filmoteca francesa ha organizado una retrospectiva completa de su obra del 14 de enero al 15 de febrero en París. El productor Paulo Branco, la actriz Myriam Mézières y los escritores Antonio Tabucchi y Bernard Comment estarán a su lado.

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Figura emblemática del Nuevo cine suizo de los años sesenta y setenta, famoso en todo el mundo – junto a Jean-Luc Godard, se trata del cineasta suizo más conocido - Alain Tanner no se consagró solamente a la creación. Luchó como un león por el cine, para que la Confederación Helvética apoyara el séptimo arte y decrete una ley a tal efecto, obteniendo en primer lugar un pequeño subsidio para un documental en 1962 y, diez años más tarde, alguna financiación para la ficción. El éxito internacional de su primera gran película, Charles, muerto o vivo (1969), que había representado a Suiza en la Semana de la Crítica, luego el triunfo de La Salamandra (1971) no son por extranjeros a la sumisión de los medios políticos.

Aunque Tanner ha abandonado el cine desde hace casi seis años, no se ha retirado de la escritura. En 2007, publicó una obra que debe ponerse entre las manos de todos los aprendices realizadores, “Ciné-Mélanges” (Ed. du Seuil), dónde expone en forma de abecedario reflexiones sobre la profesión de cineasta, gritos de protesta y otros comentarios de los más jugoso. “Cineasta, esto no es una profesión […]. El cine no se aprende. Es una especie de enfermedad que se coge un día, no se sabe porqué, y de la cual no se cura nunca […]. A un periodista que me señalaba un día que mi currículo de cineasta estaba lleno hasta los bordes, y que había trabajado mucho, expresé mi sorpresa y le respondí que, al contrario, tenía las sensación de nunca haber hecho nada en mi vida”. O también: “El mundo puede perfectamente satisfacerse con buenos entretenimientos, serán aceptados mientras no crucen los límites demasiado rápido alcanzados por la idiotez y la falta de honradez. Pero eso no basta. […] Es necesario hablar, es necesario decir, y cada uno debe encontrar su lugar y su método, a riesgo de ser oído sólo por una minoría.” Y por fin: “La belleza es la única cosa que importa. En cada plano de cada película, hay un rastro, incluso insignificante, de belleza. […] El deseo es una necesidad absoluta para hacer cine”.

La obra de Alain Tanner será huésped de la Filmoteca suiza de Lausana a partir del 5 de marzo de 2009.

(Traducción del francés)

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