19/12/2008

Tras varios años de intensa campaña, los profesionales de la industria cinematográfica francesa pueden darse por satisfechos con la aprobación por el Parlamento de un dispositivo de crédito de impuesto en favor de los productores extranjeros que ruedan en Francia como parte de los presupuestos del estado de 2009.

Según la FICAM (Federación de las industrias del Cine, el audiovisual y Multimedia, dirigida por Thierry de Segonzac) y la Comisión nacional Filme Francia (a cargo de Patrick Lamassoure), este incentivo fiscal del 20% de los gastos realizados en el territorio, similar al crédito de impuesto cine creado en 2004 en favor de los productores franceses, va a generar a partir de 2009 un crecimiento directo de más de 100 millones de euros, que pueden aumentar hasta 200 - 250 en 2010 y 2011. La medida debería multiplicar a partir del próximo año por cuatro el número de horas de rodaje de películas extranjeras en Francia, cuyo poder de atracción se veía perjudicado por la ausencia de un sistema de incentivo fiscal ya en vigor en numerosos países europeos, como Irlanda, el Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Alemania, Hungría, algunas regiones españolas.

El nuevo dispositivo beneficiará a los productores ejecutivos establecidos en Francia que contribuirán a la producción de obras extranjeras (de ficción y animación) que no pueden optar a las ayudas del Centro Nacional de la Cinematografía (CNC) . Estos productores obtendrán una reducción fiscal del 20% de su impuesto de sociedades para sus gastos de producción (como mínimo 1 millón de euros y cinco días de rodaje). Las películas en cuestión deberán sin embargo “implicar en su contenido dramático, elementos adjuntos a la cultura, al patrimonio, o al territorio francés y el crédito de impuesto se limitará a 4 millones de euros.

Por otra parte, distintos estudios evalúan en 300 millones de euros las repercusiones inducidas sobre el turismo y la compra de productos franceses y destacan que los ingresos fiscales y sociales del dispositivo son más de dos veces superiores a su coste para las finanzas públicas.

(Traducción del francés)