25/02/2009

Henri Benkoski, experto del gobierno belga en diversidad cultural, ha enviado a través del periódico Le Soir una carta abierta al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en la que le invita a suscribir al convenio y crear un Ministerio de Asuntos Culturales cuyo objetivo sea reducir la separación entre norte y sur, entre la cultura anglosajona y el resto.

Será un año crucial para la instauración del convenio UNESCO sobre la diversidad cultural, que permitirá a los Estados que la apoyen efectuar políticas específicas de apoyo a su cultura e instalar el nuevo régimen específico de los bienes culturales en el sistema comercial global.

En junio próximo, se espera que la Asamblea general de los países miembros confirmará las grandes directivas establecidas. Si no, será prorrogado para 2011, lo que creará algunos problemas, ya que, mientras tanto, las políticas de subsidios culturales permanecen bajo el ojo crítico de la OMC en un marco “de exención” quinquenal para el audiovisual europeo que expira en 2010. Un objetivo básico continua siendo el del “tratamiento preferente” (art.16) en beneficio de países menos desarrollados. Ello podría infringir la reglamentación de la OMC, que rechaza cualquier trato preferente a nivel comercial. La consecuencia es que numerosos países multiplican los acuerdos bilaterales, en algunas ocasiones contrarios al espíritu del Convenio (con referencia, en particular, a los EE.UU., que se negaron a adoptarlo). Existe aún una cierta incertidumbre en cuanto a los fondos destinados a los países del sur, otorgados de manera voluntaria por los estados miembros. Un fondo que algunos países del sur preconizan para la promoción y la distribución de obras en lugar de una producción ya abundante.

En paralelo a este sutil trabajo de escritura reglamentario, la ratificación * del Convenio continúa a un ritmo demasiado lento: 95 de 148 países la ratificaron (entre los cuales una quincena apenas el año pasado). Los países árabes, la África anglófona y Asia continúan a estar poco representados. En Europa, falta la firma de la República Checa y también la de los Países Bajos y de la comunidad flamenca de Bélgica. ¿Reticencia neerlandesa?, se preguntan algunos.

Los EE.UU., ferozmente contrarios, ya que el sector del entretenimiento es la gloria de su balanza comercial, siguen siendo adversarios de la OMC o la UNESCO. Pero eso podría cambiar. La economía americana conoce una crisis sin precedentes e incluso su sector audiovisual ha dejado de estar exento de riesgos. La piratería o la huelga de guionistas son señales inquietantes para los grandes estudios.

Para ver la carta abierta de Henri Benkoski, pulsa aquí (en francés).

(Traducción del francés)