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BÉLGICA

El cine belga se queda huérfano

por 

- Muere André Delvaux a la edad de 76 años durante un encuentro de cine en Valencia. Entre sus películas más recientes L’oeuvre au noir con Gian Maria Volontè

El cine belga pierde a uno de sus padres fundadores. El cineasta André Delvaux ha muerto a la edad de 76 años de paro cardiaco en Valencia, ciudad en la que se encontraba para participar en una conferencia internacional de cine. Gracias a su primera película, L’homme au crâne rasé (1965), la cinematografía belga se dio a conocer en el mundo.
Filósofo y músico, Delvaux llegó al cine como pianista de las películas mudas del Museo del Cine. Deja tras de sí una filmografía compuesta por 9 obras, a través de las cuales desarrolló una estética que muchos han definido como “realismo mágico”, una especie de prolongación en el cine del surrealismo belga, definido por él mismo como “un juego estético y filosófico con elementos de la realidad”.
Entre sus películas podemos citar Un soir, un train (1968) con Yves Montand y Anouk Aimée, Femme entre chien et loup (1979) con Marie-Christine Barrault, Benvenuta (1983) con Vittorio Gassman y Fanny Ardant y L’oeuvre au noir (1988) con Gian Maria Volontè, además de numerosos documentales para televisión, entre ellos uno dedicado a Fellini.
Profesor del INSAS, André Delvaux fue mentor de toda una generación de cineastas belgas, entre otros, de Jaco Van Dormael. Vicepresidente de la Filmoteca, , se encargó con gran entusiasmo y energía de defender y cuidar su prestigiosa colección, realizando incluso un documental, 1001 films (1989) sobre ella. En marzo pasado, el Festival de Cine Nórdico de Ruán le había dedicado una retrospectiva.

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