17/10/2002

Una Europa de muchos matices, rica en salas que programan cine cultural. Estas son las conclusiones del encuentro “El cine de ensayo en Europa” que ha inaugurado en Ravenna la segunda edición de los “Encuentros de Ensayo”, organizados por la FICE (asociación italiana de salas culturales) y las instituciones locales.
Entre los ponentes, Pierre Todeschini –presidente de la Cicae (Confederación Internacional de Cine de Arte y Ensayo), que representa a casi dos mil cines de ensayo en dieciocho países europeos- ha destacado las carencias en países como Inglaterra y España, en los que no existe una atención específica por parte de la administración pública hacia las salas de ensayo, mientras que en Francia hay una sensibilidad particular del gobierno hacia las salas que programan cine cultural desde los años cincuenta (época en la que André Malraux era ministro de Cultura).

La situación es distinta en Alemania, en donde operan 400 salas especializadas que, sin embargo, sufren por la competencia de las grandes estructuras comerciales con programación mixta que ofrecen principalmente películas en versión original.
Gabriele Rothemeyer, presidente de la asociación de salas culturales alemana, ha afirmado que la película de ensayo que más se vio el año pasado fue Pane e tulipani de Silvio Soldini.
Domenico Dinoia, presidente de la FICE, habló de la situación italiana, que cuenta con 500 salas de ensayo contra las 200 que había hace sólo ocho años. Estos cines reciben en conjunto una ayuda anual de 2,5 millones de euros.