Entrevista Peter Strickland - Director de Katalin Varga
Vídeo - Brussels Festival 2009
Retrato de un hombre quien siempre supo que conseguiría hacer películas, incluso si por eso, tuviese que desafiar el método tradicional de trabajo
Destinado a hacer películas
Hay un cine en mi ciudad natal, Reading, que siempre ha dado mucho apoyo. Es uno de esos lugares a los que puedes ir como un extraño y seguro que se fiaran de ti. Dirigí la obra de Kafka Metamorfosis en 1992. Desde entonces he trabajado en súper 8, realicé films abstractos y pase después a 16mm. No existía lugar a dudas, siempre he querido hacer películas. Siempre me he preguntado el porque. La vida hubiese sido mucho más fácil si no hubiese querido. No se cual es la razón. De alguna manera siempre regreso a las películas Había veces en las que me obligaba parar y encontraba un trabajo normal, pero de nuevo, de alguna manera, me obligaba a hacer algo, a perder mucho dinero otra vez. Esto continúo así hasta este último film. Era muy frustrante el ser invisible, ignorado, pero a la vez hay algo que no tiene precio, porque no tienes miedo de las consecuencias. Nadie va a escribir una mala crítica, porque a nadie le interesa. De hecho puedes experimentar e intentar varias cosas. Ahora es genial el contar con un público pero es a la vez algo que te produce cierta ansiedad. Para la siguiente película alguien estará observando. Así que de todos los guiones que escribí previamente, estaré pensando "dios mío, quizá este no sea lo suficientemente bueno". Existe un miedo que nunca antes había experimentado.
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tráiler
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ficha de la película] consiguió un productor rumano cuando el rodaje había terminado
No fue una decisión propia. Fue la situación. Lo intentamos una y otra vez, y llega un momento en el que piensas "de acuerdo, podría ser una posibilidad. Simplemente lo aceptamos, y si fracasamos, fracasamos". No hay nada peor que sentarse a esperar. Prefiero hacerlo y que me salga mal. Al menos se que lo he intentado. Fuimos muy afortunados. En realidad es un film hecho en dos partes. Cuando lo hicimos era como una película casera. No hubo audiciones ni casting; todo fue muy natural. Estás conociendo a alguien que nunca antes ha hecho una película: yo mismo nunca he hecho una; Hilda – que interpreta a Katalin – tampoco. Simplemente quedamos para tomar un café y dijimos "hagamos algo". Después, obviamente el último año, con toda la maquinaria detrás del film, la historia es completamente distinta. Pero es muy extraño para nosotros, de hecho no estoy seguro que parte prefiero.
Un personaje complicado
Katalin Varga es una buena persona que se vuelve mala. Alcanza ese punto cuando mata al personaje. Se da cuenta de que no es tan fácil. Algo ha muerto dentro de ella, su alma está corrupta. Eso es lo que quería explorar, en cierta manera. Lo que me resulto más interesante es el final cuando es asesinada. El personaje que lo hace es exactamente igual a Katalin. No sabe que ella ha sido violada. Así que estábamos discutiendo mucho con Hilda y con Sebastian – el hombre que la mata. En cuanto a cómo se sintió ella, hablo por Hilda y otros actores, ceo que ven algo así como una improvisación, se expresan de esa manera por que aman actuar…. Y no había mucho tiempo para hablar, teníamos diecisiete días y había que hacerlo es ese tiempo. Tenia que confiar en ellos.
Violencia en pequeñas comunidades étnicas
No se trata de una película específicamente rumana. De hecho esas comunidades son muy abiertas, y todos los actores vienen de esas comunidades, muchos de ellos son parientes. Lees historias – tanto si son verdad como si no – sobre pequeñas comunidades que sufren algún tipo de desastre, e incluso limpieza étnica allí… Ha habido historias de mujeres que han sido violadas por soldados y como resultado la descendencia tiene sangre distinta. Las familias rechazan esas mujeres. Es muy chocante. Este marido debería haber sido comprensivo. Su mujer ha sido atacada, pero el la ve como su puta. Esa mentalidad está ahí, en algunos hombres. Para mi eso es muy impactante.