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The Ploy

Extracto 13 - Lei non ha capito con chi abbiamo a che fare [it]

de David Grieco

mp4 (800x450) [6 MB]

Copia y pega el código en tu html para insertar este vídeo, sin olvidarte de citar a Cineuropa:

En el verano de 1975 Pier Paolo Pasolini monta una de sus películas más polémicas, Salò. Hay días en los que el cuadro político italiano parece abrirse a perspectivas inéditas. Tras el referendum por el divorcio y el triunfo de las elecciones administrativas, el Partido Comunista Italiano (PCI) parece a punto de conquista el gobierno, lo que inquieta a una facción del mundo occidental. Sin embargo, Mussolini, no está tan seguro de ello. En su opinión, Italia se está moviendo en realidad hacia la derecha, hacia una cultura consumista capaz de homologar todo y de convertirse en una dictura "incluso peor que el fascismo". Mientras trabaja en su película, Pasolini continúa con la redacción de un libro titulado Petrolio. En esta obra de género híbrido entre la novela y el ensayo, el escritor, dotado de una valentía que roza la inconsciencia, denuncia la trama de un poder político en ocasiones corrupto hasta la médula. En aquellos mismos días Pasolini visita a un muchacho de la periferia, Pino Pelosi. Ambos quedan con asiduidad, lo que suscita los cotilleos y el sarcasmo en las afueras de Roma. En este barrio también se mueven algunas figuras poco poéticas y poco "pasolinianas", personas que han escogido la delincuencia. Muchas pertenecen a una banda criminal que poco a poco se está haciendo con el control de la ciudad: la Banda de la Magliana. El compromiso intelectual de Pasolini y su vida privada le convierten en el objetivo perfecto para una trama donde el destino se vuelve en su contra. Cuando la noche del 26 de agosto roban los negativos de Salò del laboratorio de Technicolor, cae en una trampa mortal que parece un complot entre delincuentes comunes y el crimen organizado bajo las órdenes de delincuentes políticos y económicos. En la noche del 1 al 2 de Noviembre de 1975, Paolo Pasolini conduce a Idroscalo para recuperar los negativos de su película. Posiblemente consciente de ello, se dirige a una emboscada: demasiados cómplices, directos e involuntarios, todos ellos culpables, han planeado su asesinato con sumo detalle.

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