Eva recibe el alta tras seis años en el Hospital Psiquiátrico de Palma. Solo tiene que esperar hasta que se libere una plaza en una vivienda tutelada. Los cigarrillos y algunas conversaciones ayudan a matar el tiempo, pero no bastan. Tras un largo año de espera, llega la noticia: hay un hogar disponible para ella. Eva da los primeros pasos hacia la vida “normal” que ansía: encontrar un trabajo, ganar un sueldo propio, recuperar la relación con su madre… incluso encontrar el amor. Mientras hace balance de su pasado y recupera la confianza en sí misma y en el mundo exterior, también se centra en su mayor deseo: reencontrarse con su hijo y pedirle perdón, tras quince años de silencio. La primera mujer es una película sobre las segundas oportunidades, la búsqueda de la “normalidad” y el terreno fronterizo entre la lucidez y la oscuridad.