Hanna Mendelssohn, una viuda de 80 años, está orgullosa del kibbutz (granja colectiva) que ella ayudó a fundar. Pero su mundo se desintegra cuando la privatización del kibbutz la obliga a jubilarse. Además, no le queda otro remedio que ver cómo el kibbutz se convierte en una comunidad en la que sus miembros solo se preocupan de su propio bienestar. Lucha por continuar viviendo su vida como solía, pero la realidad la golpea una y otra vez. Frustradas todas sus esperanzas, se da cuenta de que aún existe la amistad en el kibbutz y, aunque las cosas ya no volverán a ser nunca lo mismo, algo nuevo puede florecer.