Kamel Najer es beduino, trabaja como guardia de seguridad en Be’er Sheba, la estación central de buses, ubicada en la frontera norte del desierto de Neveg. Todos los días se preocupa de detectar cualquier pieza sospechosa de equipaje que pueda contener una bomba. Luego del trabajo, Kamel vuelve al desierto, al campo nómade en donde vive con su hermano, su esposa y su rebaño de cabras. Un día de vuelta a su hogar, se encuentra con una orden de la autoridad responsable de los beduinos que le informa que su casa deberá ser derribada. A pesar de que su familia ha vivido en ese lugar por siglos, no poseen documentos para probar que esa tierra les pertenece. El estilo de vida nómade es un problema constante para las autoridades israelíes. Convencido de que se encuentra en su derecho, Kamel utiliza el descubrimiento de una bomba en su trabajo para llamar la atención sobre el la situación problemática que vive la minoría beduina.