Henrik piensa que Francia es un país realmente aburrido, sobre todo su tiquismiquis profesor de francés Monsieur Nouvelleville, que no lo deja en paz. Pero cuando Henrik conoce a Valerie, se enamora a primera vista. En principio, no parece que vaya a tener muchas oportunidades de conquistarla, pero decide probar el todo por el todo y se inscribe en un programa de intercambio de alemán y francés. En el autobús de camino a Francia, Henrik se encuentra con su amigo mejor Johannes y con Valerie y un extraño grupo de chicos que se pasan el viaje cantando. Cuando llegue, Henrik se topará de lleno con los placeres de la vida, fiestas desenfrenadas, una alocada familia de acogida, su primer amor, lleno de altibajos, excursiones nocturnas. Todo esto, unido a su incapacidad de hablar francés, hacen que lo parecían unas vacaciones horribles se conviertan en un verano inolvidable.