Carmen Cobos es una inspectora del cuerpo de Policía que se enfrenta a un difícil caso: una joven de clase alta ha aparecido muerta en su apartamento del barrio de Salamanca. La causa de la muerte es un veneno que habría provocado un lento y doloroso fallecimiento. Para investigar el suceso, Carmen, de carácter temible, trabaja junto a su nueva compañera: Eva. Esta es todo lo contrario a su superior: una mujer feliz, equilibrada y sensata. Ambas apartarán sus diferencias para trabajar en un caso referente a un asesino cuyo patrón es reproducir, con los cadáveres, las escenas de los Caprichos de Goya.