1909. Miguel, un joven profesor, es destinado a una minúscula localidad de montaña en la frontera entre España y Portugal. Un territorio poco hospitalario, habitado por gente áspera y de tradiciones tan remotas como la propia aldea. A medida que avanza el invierno, Miguel siente cómo la oscuridad se apodera de todo a su alrededor al tiempo que crece su curiosidad por una vecina del pueblo, la enigmática Dorinda.