En su decimonoveno verano, Giulio ha decidido no partir de vacaciones para quedarse en casa ayudando a sus padres con el trabajo de la huerta. En la casa de al lado, deshabitada desde hace un tiempo, llega Lia una chica de veinte años. A Guilio le gustaría conocerla, sin embargo ella es poco social e introvertida. Un día Giulio se encuentra nadando en el lago y ella juega a ahogarlo. Guilio es un muchacho regular, sensible y extremadamente amable. Sintiéndose atraído por ella, no podrá dejar de pensarla día y noche. Lia le inicia en extraños y cada vez más peligrosos "juegos". Sin embargo, la chica no quiere hablar de sí misma. Le ha dicho que ha venido sola a pasar sus vacaciones en la vieja casa familiar, donde no había estado desde que era una niña. Pero Lia tiene secretos que guardar y no deja que nadie ponga un pie en la vieja y abandonada casa.