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Thomas Vinterberg • Director

"La gente tiene miedo"

por 

- El director danés vuelve a lo grande a la competición del festival de Cannes con The Hunt, obra sobre la pérdida de la inocencia

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marca el gran regreso de Thomas Vinterberg a la competición del festival de Cannes, al que el director danés ha llegado para presentar su nueva película a la prensa internacional.

¿Cómo surgió la idea de presentar esos artículos que había guardado durante 10 años?
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, mi coguionista, Tobias Lindholm, y yo queríamos trabajar juntos de nuevo. A ambos nos encantan los hechos reales y nuestro amor por la realidad es tangible. Hablé con Tobias, que acababa de tener un hijo, de estos casos y se emocionó al instante. Sobre todo queríamos contar la historia de un hombre inocente víctima de una nueva forma de caza de brujas, contemporánea y real.

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Según la visión de la película ¿No hay peligro si dudas de la palabra de un niño?
Tan solo es necesario saber que existe la posibilidad de que el niño pueda mentir. En Dinamarca, tenemos un refrán que dice que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, pero eso es completamente falso. Los niños mienten muchas veces para satisfacer a los adultos. En este caso concreto, se convierten en víctimas puesto que siguen un pesado proceso que pasa por psicólogos, ginecólogos, pleitos y daños colaterales que pueden acompañarles durante toda su vida.

Al igual que Celebración, The Hunt trata sobre la pérdida de la inocencia...
En The Hunt se puede ver a un grupo de adultos que se divierten y se comportan como niños. Solemos pensar que los niños son puros, o al menos eso es lo que se solía pensar antes. Hoy en día las cosas han cambiado. La gente tiene miedo e incluso los adultos han perdido su propia inocencia. Vine a Cannes en 1998 para decirlo y hoy vuelvo con la antítesis. Me da miedo pensar que la verdad esté en un punto medio entre estos dos extremos.

¿Considera que la película termina con un final feliz?
Casi. No estamos acostumbrados a los finales felices en Dinamarca, es un país oscuro y siniestro (risas). Lo importante es que al final nadie traiciona a nadie en la película. Cada personaje es defendido y hemos querido trabajar la motivación individual para plasmarla de manera comprensiva y justificada en el guion. Eso es lo que dificulta la situación y es casi imposible salir indemne cuando todo el mundo tiene razón para actuar como el protagonista.

¿Realmente piensa que Dinamarca es el país siniestro que describe en sus películas?
Amo mi país. Espero quedarme allí y estoy orgulloso de la industria cinematográfica danesa, que es sólida, pero pertenezco a una tradición de cuentos oscuros originales de Dinamarca y de toda Escandinavia. El pueblo danés en general es feliz, pero las historias negras me atraen, aunque solo representan a una parte de la sociedad.

Háblenos de los 14 años que han transcurrido entre sus dos visitas a Cannes...
Siempre he seguido en la industria, nunca me he ido. Sois vosotros los que os habéis ido, pero yo siempre he estado orgulloso de lo que he realizado durante este periodo. Encontré algunas dificultades en mi trayectoria, porque Celebración fue el final de un periodo. Había realizado una última película en una dirección que me llevó hasta Cannes y justo después, seguí otro camino que me ha traído hoy hasta aquí. He vuelto a una forma de cine que seguía durante mis estudios, antes de Dogma.

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