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Thomas Vinterberg • Director

"Tuve que aprender a manejar el comportamiento humano"

por 

- BERLÍN 2016: En su última película, The Commune, el director y guionista danés Thomas Vinterberg examina la experiencia de crecer en una comuna

Thomas Vinterberg • Director
(© Birgit Heidsiek)

Tras adaptar su premiado drama The Celebration de la gran pantalla al escenario, esta vez el aclamado director de Dogma 95 ha reconvertido una de sus obras de teatro en película. Su nueva cinta, The Commune [+lee también:
crítica
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entrevista: Thomas Vinterberg
ficha de la película
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, ha competido en el 66º Festival Internacional de Cine de Berlín. La protagonista femenina, Trine Dyrholm, se ha llevado el Oso de Plata a la mejor actriz por su interpretación en el film. Producida por Sisse Gram Jørgensen y Morten Kaufmann para Zentropa Entertainments junto a Toolbox Film, y coproducida por Film VästZentropa International SwedenTopkapi Films y Zentropa International Netherlands, las ventas internacionales de The Commune están a cargo de TrustNordisk

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Cineuropa: ¿Se inspira la película en tus experiencias personales?
Thomas Vinterberg: Sí, yo viví en una comuna desde los 7 hasta los 19 años. La mayor parte del tiempo, me parecía una manera genial de vivir. Lo recuerdo como una época dorada de mi vida: magnética, vivaz, caótica y dolorosa, pero muy estimulante. Creo que me ha definido como ser humano y como artista y colaborador. De niño, yo tuve que aprender a manejar el comportamiento humano, pues descubrí muy pronto que la gente se compone de dos elementos: lo que quieren mostrar al mundo, pero también lo que quieren ocultar al mundo. Después de un par de semanas viviendo en comunidad, entras en contacto con ambos elementos. 

Para ti, ¿qué fue lo doloroso?
En esa época, en los 70, había una tendencia a dar libertad a los niños, a dejarnos en paz y darnos un montón de responsabilidades de persona adulta. Se hacía por respeto hacia nosotros, pero acabábamos desarrollando una especie de nostalgia de nuestros padres y un sentido de la responsabilidad demasiado grande. Además, también es doloroso ver de primera mano cómo se rompe un matrimonio. 

¿Es por esto que, en tu película, los niños deciden sobre el destino de los adultos?
Esto es ficción, pero creo que yo era más maduro a los 14 años de lo que soy ahora. Teníamos que ser muy responsables porque los adultos estaban experimentando, teníamos que mantener el equilibrio. En la película, he intentado pintar un cuadro de la vida, incluyendo las tragedias, y quería hacerlo desde la perspectiva de un grupo, en vez de como individuo. La vida está hecha de muchas cosas: alegría, camaradería, sexo, amor, pero también la pérdida de todo. Quería capturar tantos aspectos de la vida como fuera posible, y ver cómo la comuna reaccionaba ante ellos.

¿Tiene ventajas que una relación exista en una comuna?
Yo le hice a mi padre esa misma pregunta. Mis padres se mudaron a una comuna cuando yo tenía siete años. Me dijo que se habrían divorciado antes si no se hubieran ido a vivir allí. Fue una liberación en sus vidas. Vivían en una comuna, y eso les daba más posibilidades. Eliminaba esa claustrofóbica y antierótica falta de curiosidad, esa trampa mediocre en la que es fácil caer en un matrimonio. E hizo que estuvieran juntos más tiempo. Pero supongo que tiene también un lado malo: se es menos protector y se está menos centrado. Eso también es peligroso para un matrimonio. No creo que haya una respuesta universal a esta pregunta.

¿Fue difícil convertir tu obra de teatro en una película?
Muchas de las dinámicas de grupo se inventaron mediante improvisaciones en escena, lo cual le daba más vida a la obra. Algunos de los diálogos eran irracionales porque estaban improvisados, y se ponían a prueba cada noche durante un par de meses. Tenían una mezcla de vivacidad y carácter improvisado, y aun así funcionaban como impulso dramático, lo cual era una gran ventaja. En la pantalla, es diferente. En el escenario, solo teníamos la cocina, eso era todo, y hacías que varios actores pasaran por esa cocina. En una película, lo que pasa es más bien que sigues a un actor a través de múltiples salas y localizaciones, es algo completamente diferente. En pantalla, lo importante es, ciertamente, lo que no dices; se trata de ocultar, mientras que en el escenario lo importante es expresarte con todo el cuerpo. Son dos medios diferentes, pero en la práctica yo saqué muchas de las dinámicas de grupo de la obra de teatro. Y las había puesto a prueba, pues ya había visto la película en un escenario, en cierto sentido. Había visto al público reír y llorar al mismo tiempo: eso me ha dado seguridad para hacer la película.

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(Traducción del inglés)

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