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Eventos especiales

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- Los directores de 11’09”01 Once de septiembre hablan de su obra colectiva. No se trata de una celebración, sino de un homenaje a la esperanza

Una película abiertamente libre en la que no hubo reglas para los directores. “Una recreación cinematográfica – así la define Claude Lelouch en conferencia de prensa- porque es raro y extraordinario tener la oportunidad de enfrentarse a este tipo de ejercicio estilístico sin preocuparse por el público y sus gustos. Para nosotros los directores es como un balón de oxígeno”. Concebido por Alain Brigand y producido por Canal Plus en colaboración con Galatee Films, el collage de episodios realizados por once directores representativos del cine contemporáneo sobre los acontecimientos del once de septiembre ha sido presentado como parte de los eventos especiales de la Mostra.
A pesar de la presión de la crítica estadounidense, que definía el proyecto como “antinorteamericano”, la elaboración de la película no se detuvo. “La verdad es que no sé qué quiere decir “antinorteamericano” –explica Brigand -. Una crítica no nace sólo del deseo de dañar a alguien. Puede ser sencillamente la expresión de un modo distinto de ver las cosas. Se trata de una tragedia que nos ha afectado a todos, y es evidente que la televisión no podía ser su única representante. La idea nació de la necesidad de conocer otros puntos de vista, pero no para festejar la tragedia, claro está”. “Lo que nos hacemos a nosotros mismos –prosigue el director mexicano Alejandro González Iñarritu - se repite continuamente en la historia humana. A menudo utilizamos a Dios para justificar nuestros actos y esto me animó a preguntarme qué estamos haciendo con esa luz que debería guiarnos y que, por el contrario, tal vez nos ciega”.
Con estilos íntimos y personales, este grupo internacional, universal, de cineastas expresa, en sólo once minutos y nueve segundos de un mismo plano, los sentimientos más fuertes y profundos suscitados por una tragedia que, en un momento, sirvió de medida para los sufrimientos de todos. “Se ha hablado mucho de las historias de estos cortos – añade Amos Gitaï -, pero creo que también es igual de interesante el modo en el que se realizaron. Porque un acontecimiento trágico puede dar paso a una forma artística”.
A pesar de la extraordinaria diversidad de estilos, la película es sin lugar a dudas un verdadero homenaje a la esperanza y a sus dos maravillosos productos: la indignación y el coraje.

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(Traducción del italiano)

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