07/09/2002 - Ambientada en una aldea de la India y rodada en Cinemascope, la película de Adoor Gopalakrishnan habla de culpas y responsabilidades

Autor varias veces premiado en su país y en los numerosos festivales en los que ha participado, Adoor Gopalakrishnan lleva a la sección Contracorriente de la Mostra Nizhalkkuthu (Sombras oscuras). Ambientada como siempre en la India de los años cuarenta el director indio relata la historia de un verdugo profesional del principado meridional de Travancore que lucha contra su creciente sentimiento de culpa y busca el perdón. Una lucha interior en el terreno desconocido del consciente y del inconsciente, en el marco de una realidad histórica y social concreta en la que no falta la lectura antropológica y filosófica característica del director. “Partí del deseo de analizar el tema de la responsabilidad. Me pregunté quién es el verdadero responsable de la muerte de un inocente cuando las leyes humanas no son capaces de llegar a la verdad”. Ambientada en una aldea de la india, el tema de la culpa y de la responsabilidad tiene sin lugar a duda una validez universal que se adapta a todo tipo de público, como queda resaltado con la participación de Francia en la producción de la película. “Hacer cine con la colaboración de otros países fue una magnífica ocasión para ampliar mis horizontes, además de que tuve la posibilidad de trabajar con técnicos excelentes”.
Rodado enteramente en Cinemascope, Gopalakrishnan añade a la historia un nuevo personaje, la naturaleza, que participa intensamente con todos sus elementos: “Sentí necesidad de utilizar la belleza y la crueldad de la naturaleza, no como fondo sino como verdaderas protagonistas. Una presencia importante también en términos de espacio, pues los movimientos de los personajes hacia la naturaleza son fundamentales, como si se tratara de los latidos rítmicos y vitales de un corazón”.

(Traducción del italiano)