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Riccardo Scamarcio es Un ragazzo d’oro para Avati

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- La nueva película del infatigable director boloñés está coprotagonizado por la estrella de Hollywood Sharon Stone junto a Cristiana Capotondi y Giovanna Ralli; se estrena mañana de la mano de 01

Riccardo Scamarcio es Un ragazzo d’oro para Avati
Riccardo Scamarcio y Sharon Stone en Un ragazzo d’oro de Pupi Avati

“El hijo más maravilloso que podrías imaginar” es la estrella de la nueva película de Pupi Avati, Un ragazzo d’oro [+lee también:
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]
(lit. "un chico de oro"), “un hijo que pierde su propia salud mental para rescatar la memoria de su padre, incluso si hay veces que este padre no lo merece.” El director boloñés, de 76 años de edad y 39 películas dirigidas (casi una por año desde Balsamus en 1968), presenta así su trabajo más personal hasta la fecha, una reflexión sobre la compleja relación paterno-filial, sobre la dramática influencia de un padre ausente y sobre la carga de la herencia, en particular en casos de insolvencia.

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Premiada recientemente a mejor guion (escrito por el propio Avati con su hijo Tommaso) en el Festival des Films du Monde de Montreal, la película está protagonizada por Riccardo Scamarcio como Davide Bias, un talentoso escritor de historias que no es capaz de publicar, hijo de un guionista de películas de serie B “que le gustan mucho a Tarantino”. Adicto a los medicamentos psiquiátricos, contando compulsivamente sus pasos y envidioso de su prometida Silvia (Cristiana Capotondi), trabaja en una agencia de publicidad pero sueña con escribir algo maravilloso para alejarse del tipo de autores “trash” como su padre, con el que ha tenido una difícil relación. Sin embargo, cuando su padre muere de repente en un accidente de tráfico (que podría ser un suicidio), la encantadora editora Ludovica (la estrella de Hollywood Sharon Stone, que probablemente no fuese necesaria) le revela a Davide que su padre ha estado escribiendo una autobiografía y que estaría interesada en publicarla. En realidad, solo escribió una página del libro. Así Davide decide encerrarse en la casa familiar con su madre (Giovanna Ralli) para escribirla él mismo, reemplazando a su padre más y más (lleva su ropa, su aftershave, se enamora de la bella Ludovica), hasta que pierde la razón… y gana el Premio Strega. 

“Es verdad, en mis películas insisto en tratar la figura del padre y siempre lo hago”, admite Avati. “Es probablemente porque perdí a mi padre a los doce años de edad, y con el tiempo me ha asaltado la curiosidad sobre qué tipo de relación podría haber tenido con él. Aquí he decidido añadir un padre inútil, que deja con el problema de la insolvencia a su hijo”, y añade: “como el protagonista, siento la intoxicación del fracaso. Siento que no he hecho aún la película de mi vida”. Esta, ciertamente, tampoco lo es, teniendo en cuenta los defectos menores (el padre, por como está retratado, parece un hombre de los años 40, y aún no había nacido en tal época; el protagonista se pasa buena parte de la película rompiéndose la cabeza intentando conocer la contraseña del ordenador de su padre, cuando al final era la más obvia, el nombre de la mujer con la cual se obsesionó antes de morir). No obstante, la sólida dirección y la mirada a las vicisitudes humanas, especialmente las familiares, son lo que hacen las cintas de Avati auténticas.

Producido por Duea Film y Combo Produzioni con Rai Cinema, Un ragazzo d’oro se estrenará mañana, 18 de septiembre, en 300 cines de la mano de 01 Distribution.

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