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SAN SEBASTIÁN 2023 Competición

Martín Rejtman • Director de La práctica

“La excentricidad es un rasgo de la comedia, por algo en la comedia puede pasar casi cualquier cosa”

por 

- La nueva película del cineasta argentino es una comedia poblada por personajes peculiares con los que resulta sencillo identificarse

Martín Rejtman  • Director de La práctica

Hablamos con el director argentino Martín Rejtman, que ha vistiado el 71.° Festival de San Sebastián con su nueva película La práctica [+lee también:
crítica
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entrevista: Martín Rejtman
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, con la que ha competido por primera vez por la Concha de Oro.

Cineuropa: El título de tu película hace referencia a la práctica del yoga. También podría hacer referencia a la falta de práctica para la vida que parece sufrir el protagonista.
Martín Rejtman:
No lo había pensado, pero es una lectura perfectamente posible. Es un personaje perdido al que todo le sale mal. No sé si hay una relación por ahí. Me parece que sí, que es lo que le pasa, que perdió la práctica para la vida. Para enseñar, para el matrimonio, para alojarse, para vivir... perdió la práctica de todo eso, y también la del yoga.

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También veo cierto paralelismo entre la situación de desorientación de tu personaje y la humanidad en 2023, que anda perdida sin saber a qué agarrarse. ¿Tú cómo lo ves?
Puede ser, sí, sin duda, no hay nada intencional en todo eso, pero es cierto que en el mundo de hoy estamos todos metidos en las redes sociales, mirando el teléfono y olvidados un poco de lo que pasa alrededor nuestro. No es lo que le pasa al personaje, en el sentido de que no está metido en redes sociales ni mirando el teléfono… Pero de hecho, en un momento en que está meditando le suena el teléfono… y lo atiende.

Hay algo en el tono de la película, en cómo vemos a los personajes, que me transmite cierta frialdad, sin embargo la película no me parece fría.
No sé, a mí no me gusta mucho mover la cámara, la verdad. No me gusta mucho su presencia. Siempre que la cámara se mueve en una película me pregunto quién está atrás de esa cámara y no me gusta esa sensación. Fui construyendo una forma de narrar en donde está esa distancia. Por otro lado está la voz en off del personaje, que tampoco está contando nada de sus motivaciones, pero que ofrece una dimensión extra de ese personaje, más completa. Y después el hecho de estar siguiendo casi toda la película a un solo personaje, también hace que haya una proximidad. Esa frialdad para mí tiene que ver con eso, con que no me gusta mucho que la cámara denuncie la presencia del autor.

Detecté cierto tono paródico en la forma en la que se retrata a algunos personajes, pasan por situaciones absurdas que provocan incredulidad pero que también los humanizan. ¿Había alguna intención en eso?
Te puedo decir es que algunas de las cosas que pasan en la película son cosas que me pasaron a mí y que las veo como absurdas, pero al mismo tiempo son partes de cosas que me sucedieron. Con esto no quiero decir que la película sea una película autobiográfica, pero por ejemplo, la caída en la alcantarilla es algo que me pasó a mí en Santiago de Chile caminando por la calle, la diferencia es que yo me caí con una pierna dentro y la otra fuera. Y claro que es absurdo, pero no es paródico. No hay ningún espíritu de burla en ningún momento, con nadie. Sí son un poco excéntricos, igual es eso. Pero bueno, la excentricidad es un rasgo de la comedia. Por algo en la comedia puede pasar casi cualquier cosa, porque los personajes pueden ser excéntricos y permitirse hacer todo lo que les apetezca.

Algunos de los momentos más brillantes de la película vienen de diálogos muy precisos que provocan la risa inmediatamente. ¿Cómo manejas el tiempo para que esos diálogos funcionen?
Está todo escrito y todo sale clavadísimo, el timing de todo eso está super ensayado. Esos son mis momentos favoritos. Hay muchos pequeños diálogos que son cosas con las que disfruto mucho y que estoy esperando durante mucho tiempo filmar la película para eso, para filmar esas escenas.

En la película el yoga es algo central y se nota que es algo que conoces y respetas, pero también bromeas mucho con los tópicos, sin tomártelo muy en serio.
Es que en el yoga hay rituales que se respetan, pero no es algo sagrado, no es una religión. La mayoría de los que lo hacen, hasta los profesores, no se toman las cosas tan en serio.

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