Frédéric Tellier • Director de El ángel de los pobres
"Ya no era una leyenda, sino un ser humano"
por Fabien Lemercier
- El cineasta francés habla de su nueva película, centrada en el célebre sacerdote, combatiente de la Resistencia, diputado, defensor de los sin techo, revolucionario e iconoclasta

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ficha de la película], el cuarto largometraje de Frédéric Tellier, ha sido presentado fuera de competición en la 76.ª edición del Festival de Cannes, y se estrenará en Francia el 8 de noviembre por cortesía de SND.
Cineuropa: ¿Cuál es el origen de la incorporación de la historia del padre Pierre a tu cine?
Frédéric Tellier: Siempre había querido explorar a un personaje que rebosara espiritualidad, a alguien que reflexionara sobre el mundo y lo hiciera con una especie de telón de fondo basado en la empatía. Entre conversación y conversación con los productores, surgió la idea de una hacer una película sobre el padre Pierre, pero se trataba únicamente de un pequeño punto de partida, porque no sabía mucho sobre él ni estaba seguro de que hubiera material suficiente como para poder hacer un largometraje. Así que tuve que investigar mucho para construir los cimientos y los pilares del guion.
¿Qué enfoque adoptasteis tanto tú como tu coguionista Olivier Gorce respecto a la cronología de la vida del sacerdote —que nació en 1912 y murió en 2007—?
Dividimos el trabajo en varios niveles. El primero y más obvio consistió en establecer una línea temporal de todo lo que había ocurrido en su vida, de sus momentos más importantes: su nacimiento, su padre, su numerosa familia, la Resistencia, el terrible invierno de 1954, etc. A continuación, pensamos en cómo podíamos hacer para ordenar todo lo que le ocurrió, su verdadera identidad, el ser humano que había detrás de todo ello, la persona a la que queríamos conocer. Así pues, ideamos una línea temporal más personal, más intimista respecto a él como persona: sus sentimientos, sus dudas, sus escritos sobre las cuestiones que se planteaba. El objetivo era comunicar todas esas cosas, pero para ello teníamos que condensar progresivamente la información de las 500 páginas de borrador que teníamos, debíamos plasmar todo aquello en un guion de unas 100 páginas.
¿Qué nos puedes decir de las contradicciones inherentes al padre Pierre, un hombre que experimentó contratiempos, fue capaz de reconocer sus errores, desprendía tenacidad—a veces hasta el punto de rozar la beligerancia— y nunca buscó el éxito pero, sin embargo, se sintió atraído por los focos?
Estas fueran las contradicciones que constituyeron el motor de mi investigación, ya que mi intención no era otra que la de hacer de él un ser totalmente humano, una persona como cualquier otra. Era un hombre con unas convicciones y unos impulsos internos muy poderosos, pero también tenía sus dudas. Y su vida estuvo plagada de reveses: en primer lugar a causa de su salud, porque nunca pudo estar en forma, siempre estaba enfermo. De hecho, la película se inicia con el estrepitoso fracaso tras recibir la invitación a abandonar el monasterio. Y más tarde, cuando es un poco más mayor, dice: No he tenido muchas ideas propias, simplemente he sabido escuchar las de los demás. Si hay algo que debemos recordar de su carácter, es lo abierto de mente que era a la hora de afrontar los diferentes acontecimientos que le sucedieron. Es cierto que era muy generoso, afectuoso y emocional, pero también podía llegar a ser muy injusto en ocasiones, y a veces muy propenso a la ira. Eso es lo que le hace realmente humano, y eso es precisamente lo que me atrajo cuando escuché los relatos de quienes le conocieron: ya no era una leyenda, ahora era un ser humano.
La película mezcla ficción con imágenes de archivo.
Fue algo que decidimos hacer en cuanto empezamos a escribir el guion, con el fin de sumergir profundamente al espectador en los tiempos en los que se desarrollaba la película, así como para dar testimonio directo, de frente, de lo que ocurrió en aquellas distintas épocas, en lugar de verbalizarlo todo mediante diálogos o reconstrucciones (aunque estas también forman parte de la película, son su esencia). Siempre me ha gustado incluir imágenes de archivo en mis películas, en el formato y la calidad característicos de la época: es un principio narrativo por el que siempre he tenido predilección.
¿Qué te hizo decantarte por Benjamin Lavernhe para el papel de protagonista?
Ya le conocía, ya que había interpretado un pequeño papel en mi primera película, El caso SK1 [+lee también:
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ficha de la película]. Necesitaba un actor realmente sólido para interpretar a este personaje, porque la interpretación del mismo entrañaba mucha fatiga. Al mismo tiempo, necesitaba transmitir la ligera fragilidad del alma del padre Pierre.
Los personajes que tratan de salvar a la gente y, en general, los héroes que no han nacido para serlo, constituyen el núcleo de todas tus películas, y está claro que el padre Pierre no es una excepción.
Me he dado cuenta de que lo único que he tratado en mis películas han sido historias reales. Así que debe de haber algo en este tipo de personas que me atrae y me conmueve. Creo que la verdad guarda algo especial tras de sí. Y es cierto que me siento cómodo dando testimonio de las historias de pequeñas personas que acaban convirtiéndose en héroes extraordinarios, que intentan arreglar tanto su entorno como a sí mismas. Y también me gusta explorar, cambiar de dirección, de estilos temáticos, de personajes, de actores, etc.
(Traducción del francés)
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