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VENECIA 2024 Competición

Maura Delpero • Directora de Vermiglio

"Mi heroína se convierte en una mujer libre por necesidad"

por 

- VENECIA 2024: La directora italiana habla con nosotros sobre la maternidad, el documental, la ficción y la mirada sobre las mujeres, y también sobre Ermanno Olmi

Maura Delpero • Directora de Vermiglio
(© Fabrizio de Gennaro/Cineuropa)

El primer largometraje de ficción de Maura Delpero, Hogar [+lee también:
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, estaba ambientado en un refugio para madres adolescentes dirigido por monjas en Argentina. La directora retoma el tema de la maternidad con Vermiglio [+lee también:
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, que compite este año en el Festival de Venecia. La película está ambientada en una comunidad de montaña de un valle del Trentino durante el último año de la Segunda Guerra Mundial, en el invierno de 1944. La vida de una familia numerosa da un vuelco con la llegada de un soldado siciliano, posiblemente un desertor en busca de refugio, del que se enamora la hermana mayor, Lucia (Martina Scrinzi). Hemos hablado con la directora sobre los temas recurrentes en su obra.

Cineuropa: Quienes han visto tu película dicen que recuerda a la obra de Ermanno Olmi. ¿Qué opinas de esta comparación?
Maura Delpero: No me disgusta, Olmi es maravilloso. L'albero degli zoccoli es una película muy importante para mí. Nos la enseñaron cuando estaba en el colegio y fue una de mis primeras experiencias cinematográficas. Obviamente, la llevo dentro de mí. Creo que la comparación se refiere a mi metodología de trabajo, es decir, optar por hacer películas con gente local. No pensaba hacer una película al estilo Olmi. Creo que en esta obra se puede ver mi particular lenguaje cinematográfico, que naturalmente es el resultado de todo lo que me ha precedido.

Procedes del mundo del documental. ¿Cómo fue el salto a la ficción?
Fue una transición orgánica. Me di cuenta de que mis documentales se estaban acercando a la ficción. Me interesaba jugar con los límites entre ambos géneros, sabiendo lo importante que es la estética. Mis documentales más recientes tenían un aire de ficción, mientras que esta película tiene un aire documental, porque explora cosas que tienen sus raíces en la tierra.

En esta película has dirigido a actores no profesionales, incluidos niños. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue maravilloso mantener esa mirada infantil. A menudo, se adentran en el terreno de la comedia, lo que les permite decir cosas que nosotros, los adultos, nunca nos atreveríamos a decir debido a nuestros excesivos filtros sociales. Queríamos que hubiera una especie de coro en la película, narrando y comentando los acontecimientos que tienen lugar en las sombras, en la oscuridad de la noche.

¿La muerte de tu padre te impulsó a buscar las raíces de tu familia?
Antes de la muerte de mi padre, no oía hablar mucho de estos lugares. De repente, sentí la necesidad de volver a ellos. Fue interesante redescubrirlos con otros ojos, con una mirada diferente, más adulta. También había sido madre, así que sentía que la línea familiar y generacional continuaba. Empecé a hacer preguntas a las madres, a las abuelas: ¿Quién estaba antes que yo? ¿De dónde vengo? ¿En qué dirección me llevó mi historia personal?

En comparación con tu película anterior, Hogar, en esta obra hay un personaje masculino fuerte y contradictorio: el padre. Sin embargo, el foco sigue siendo el punto de vista femenino. ¿Es esto esencial para una directora?
En retrospectiva, creo que es bueno centrarse en el punto de vista femenino en las películas, dado que a menudo ha sido relegado a los márgenes. En este caso, escribí lo que sentía. En mis dos películas anteriores (tanto documentales como de ficción), no había personajes masculinos, pero sí un gran contingente masculino fuera de campo, una ausencia ruidosa. En esta película, están los hombres que no fueron a la guerra. Obviamente, también está lo que me resulta más familiar: las charlas nocturnas entre chicas, ese momento en el que creces y comprendes que eres una mujer o que sigues siendo una niña. Son experiencias tan viscerales que es natural que se transmitan con los dedos sobre un teclado.

Por las decisiones que toma, la protagonista nos da una idea de lo que podría llegar a ser la figura de la mujer contemporánea.
Para mí era interesante representar ese periodo histórico, porque fue una época de transición entre lo antiguo y lo moderno, en la que una mujer se convertía por necesidad en una mujer libre. No son ideas feministas sobre la emancipación; esas llegarán después. Se debe a que, en cierto sentido, Lucía está sobreviviendo a la victimización que sufrió en esa comunidad. Gracias a la maternidad retoma el control de su vida. Su hija es una esperanza de futuro, un futuro que también puede ser maravilloso. Se da cuenta de que los niños pueden ser una bendición. La maternidad es otro tema que se repite en mis películas sin que yo sea consciente. Son tipos de maternidad complejos, pero siempre ayudan a los personajes a superar las dificultades y a crecer.

(Traducción del italiano)

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