Èric Motjer y Maria Colomer • Codirectores, DocsBarcelona
“Estamos atravesando un momento agridulce en lo que respecta al documental”
por Valerio Caruso
- Los codirectores del certamen comentan su próxima edición y la evolución del documental en el contexto actual tanto en términos creativos como de distribución

El DocsBarcelona celebrará su 28.ª edición del 8 al 18 de mayo. Hablamos sobre ella con sus codirectores, Èric Motjer y Maria Colomer.
Cineuropa: ¿Qué significa para vosotros este nuevo modelo de dirección colegiada y cómo está influyendo en la identidad y proyección del festival?
Èric Motjer: Esta codirección artística nace con la voluntad de sumar dos perspectivas complementarias que enriquezcan el proyecto y que nos permitan adaptarnos a un ecosistema en transformación. Al mismo tiempo, nos permite reforzar la transversalidad entre el área profesional del festival y la programación, dos dimensiones cada vez más interconectadas y que estamos convencidos de que aportarán beneficios a medio plazo.
Maria Colomer: Para mí, que soy nueva, la codirección ha sido un apoyo clave para entender hacia dónde queremos ir como festival. Queremos pensar de manera circular: por ejemplo, si un proyecto encaja en la programación de películas, valoramos si tiene sentido invitar al director o productora al área de industria si tienen otro proyecto en desarrollo. Por otro lado, la parte de industria del festival lleva años siendo un referente como mercado en el sur de Europa. Desde la programación, queremos apoyarnos en ese reconocimiento internacional.
¿Cuáles son los principales focos o apuestas del DocsBarcelona en esta edición?
M.C.: Este año, uno de los grandes focos es reforzar el vínculo con la ciudad y abrirse a nuevos espacios y públicos, así como generar conexiones entre creadores locales y voces internacionales (un grupo de directores emergentes de aquí moderará los Q&As de la sección oficial). También estrenamos dos nuevos premios: el Premio al Mejor Montaje (en colaboración con la AMMAC) y el Premio a la Relevancia Periodística (con El Periódico).
En cuanto a la programación, hemos seleccionado 48 que giran en torno a tres grandes líneas. La primera tiene que ver con Europa: de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. En un momento marcado por la guerra, la tensión en las fronteras y la inestabilidad política, muchas de las películas seleccionadas no ofrecen respuestas fáciles, sino que invitan a reflexionar sobre las contradicciones de nuestra historia y nuestro presente. Abrimos con Riefenstahl [+lee también:
crítica
entrevista: Andres Veiel
ficha de la película] y mostramos películas como Facing War [+lee también:
crítica
ficha de la película] o Yalla Parkour [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]. La segunda línea apuesta por el documental como forma artística. Por eso lanzamos Sección Oficial - Visiones, una nueva sección competitiva que busca expandir los límites de la no ficción. Ahí encontramos obras como Unanimal o La memoria de las mariposas [+lee también:
crítica
entrevista: Tatiana Fuentes Sadowski
ficha de la película]. Y el tercer eje está dedicado al archivo como herramienta creativa, con títulos como Trains [+lee también:
crítica
entrevista: Maciej J. Drygas
ficha de la película], ganadora del IDFA, o Ernest Cole: Lost and Found [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película].
¿Cómo veis la evolución del documental en el contexto actual, tanto en términos creativos como de distribución?
È.M.: Formamos parte de un sector en el que hablar de crisis parece intrínseco a su propia naturaleza, pero estamos atravesando un momento agridulce en lo que respecta a la producción. Por un lado, emergen propuestas creativas arriesgadas y nuevas miradas en mercados y festivales, aportando esperanza desde una perspectiva artística. Por otro lado, el sector enfrenta serias dificultades para financiar la mayoría de los proyectos.
La tormenta perfecta se está gestando con el aumento constante del volumen de proyectos, la disminución de la producción documental por parte de las plataformas —que han optado por priorizar criterios comerciales y centrarse en formatos muy concretos como biopics o true crimes—, y, al mismo tiempo, el auge de algunos gobiernos de derechas que han dejado de apoyar a creadores o instituciones. Todo ello está provocando que directores, directoras y productoras de países como Estados Unidos, Argentina y algunos estados europeos se enfrenten a serias dificultades.
M.C.: Ahora mismo, en Europa, para poder sacar adelante un documental creativo, casi siempre es necesario coproducir. La coproducción se ha vuelto fundamental, y por eso los mercados y los pitchings han ganado tanta relevancia. Por otro lado, el problema de la distribución, con tan pocas ventanas para mostrar documental, hace que los festivales jueguen un papel cada vez más clave. En este sentido, también me gustaría remarcar nuestra iniciativa Docs del Mes, que programa un documental mensual en más de 70 salas de todo el estado español.
¿Qué papel creéis que juega el DocsBarcelona dentro del ecosistema internacional de festivales de documental?
DocsBarcelona es uno de los elementos centrales en el ecosistema de la no ficción en el sur de Europa. En sus 28 años de vida, ha sido un punto de encuentro esencial para la industria, que ha sido entendido por cineastas latinoamericanos como un espacio ideal para forjar coproducciones al otro lado del Atlántico, y que ha abierto ventanas de películas hechas a norte y sur del Mar Mediterráneo, facilitando el intercambio cultural y empresarial también en el ámbito de la producción. Igualmente relevante es la vocación europea del festival, que nos ha permitido tejer vínculos imprescindibles con creadores y con la industria.
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.