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KARLOVY VARY 2021 East of the West

Crítica: Roots

por 

- Tea Lukač explora las tradiciones y el presente de la zona en donde están sus raíces de una forma bonita, simple y emocionalmente efectiva

Crítica: Roots

Una furgoneta recorre carreteras, bosques, pueblos y la pequeña ciudad de Dvor, en la región de Banija (Croacia), trasladando a distintos grupos de pasajeros que comparten sus historias. Esa sería, en pocas palabras, la descripción de la “trama” del nuevo documental del realizador serbio Tea Lukač, Roots [+lee también:
tráiler
entrevista: Tea Lukač
ficha de la película
]
, que acaba de estrenarse en la sección East of the West del Festival de Karlovy Vary.

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Cuatro chavales con unas máscaras decoradas al detalle regresan de una fiesta de disfraces agarrados a sus caramelos. La energía y la dinámica que desprenden son naturales y contagiosas, y sin embargo ellos son plenamente conscientes de lo que hacen, dicen y piensan los adultos que los rodean, quién bebe y quién recalca las diferencias sociales. Un joven extranjero, quizá un turista o quizá un refugiado, está sentado en la parte de atrás, solo, echando una partida a algún juego en su teléfono móvil; dos mujeres hablan acerca de las peticiones en contra de almacenar residuos nucleares en el territorio del municipio y acerca de la despreocupación de la administración local hacia los ciudadanos, amparada por los derechos que ostenta. En el clímax emocional de la película, una mujer de mediana edad comparte la dolorosa historia de su vida, incluyendo los abusos a los que ha estado expuesta, los matrimonios fallidos, la pobreza y las duras condiciones de trabajo que ha tenido que afrontar mientras criaba a tres hijos que ahora la llenan de orgullo. Un grupo de cuatro integrantes toca canciones tristes a capela y, entre frase y frase, bromean; un hombre mayor cuenta aquella vez que sobrevivió al ataque de unos avispones de pequeño sin necesidad de ningún tratamiento médico, y cómo eso lo hizo inmune a la posterior pandemia de la llamada gripe asiática. 

El último “pasajero” es una bolsa de la compra: no hay presencia humana en la historia final, lo que cierra el círculo que comprende desde la juventud a la ausencia. La falta de individuos también marca los interludios entre historias, en los que Lukač muestra la naturaleza circundante en toda su dura e implacable belleza. Y un poco más tarde, los interludios también se llenan de rastros de actividades humanas, como por ejemplo bases de árboles cortados, un rebaño de ovejas y piezas de infraestructuras.

La manera que tiene Lukač de enfocar el tema funciona fantásticamente bien por su simplicidad. Todos los viajes están grabados en una única toma estática desde la parte delantera de la furgoneta, apuntando hacia atrás y mostrando el entorno a través de la luna trasera. El interludio, sin embargo, consiste en una serie de tomas más cortas e igualmente estáticas, editadas por Nataša Pantić y capaces de conseguir que el espectador se relaje un poco antes de volver a aumentar la tensión de nuevo. Sara Preradović maneja la cámara con gran destreza y precisión, en armonía con los colores tan naturales del entorno, y da en el clavo. El diseño de sonido, obra de Bojan Palikuća, potencia maravillosamente los sonidos de la naturaleza y atenúa los ruidos fruto de la presencia humana en las carreteras y los núcleos urbanos.

El título, Roots, alude claramente a las propias raíces familiares de Lukač en esa zona en concreto, cuyas tradiciones, historia y etnología explora al mismo tiempo que aborda los retos de la vida cotidiana. El término “raíces” se suele emplear en un contexto nacional o étnico, pero este no es el caso. Lukač y sus personajes nunca hablan sobre los conflictos, la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de los años 90 en Yugoslavia, que tanto perjudicó a esta zona y que sin duda continúa presente en los recuerdos de los lugareños. Las raíces que explora Lukač aquí son más universales y más humanas. Roots es sencillamente una hermosa carta de amor a sus propias raíces y a este punto geográfico en concreto, con toda la belleza y toda la dureza.

Roots es una producción Serbia de Nana 143 y Set Sail Films.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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