25/10/2022 - Robin Pront se acerca a donde no nos lo esperábamos después de su primer largometraje para revivir los principios de los años 2000 dentro de una discoteca de Amberes

Charlotte Timmers, Matteo Simoni y Jonas Vermeulen en Zillion

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ficha de la película], un biopic histórico que se estrena en Bélgica este miércoles, 26 de octubre, de la mano de Kinepolis Film Distribution, y que revive los primeros años de la década de los 2000 en el ya legendario club nocturno de Amberes, el cineasta Robin Pront se adentra en un lugar al que no esperábamos que fuera tras su primer largometraje, D’Ardennen [+lee también:
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ficha de la película], un sombrío thriller centrado en una familia.

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“La vida es demasiado corta para pagar impuestos”. Por sorprendente que parezca, este inocente aforismo, apenas murmurado de forma improvisada por su madre, es lo que desencadena el destino de Frank Vestraeten, un genio de la informática que se convierte en el Rey de la Noche gracias a su carácter obstinado y su naturaleza visionaria, pero que fracasa a la hora de aplicar esa visión a la gestión de sus asuntos personales o profesionales.

A finales de los 90, a Frank se le ocurre una idea brillante: empieza a importar de China piezas electrónicas imposibles de encontrar en Europa, y a venderlas directamente a los consumidores locales. El éxito llega, pero Frank se resiste a plegarse a las normas vigentes en el país. Decidido a llevar una vida exitosa y formar parte de la jet set, e impulsado por un grave complejo de inferioridad debido a su apariencia (pero seguro de su superioridad intelectual), decide construir el mayor club nocturno de Bélgica, que atraerá a las chicas más hermosas y lo convertirá en el Rey de la Noche. Para lograr su objetivo, se une a Dennis Black Magic, un productor de películas porno de éxito, y a Miss Bélgica. Juntos forman un trío inesperado que garantiza la fama legendaria de Zillion, antes de que colapse en pleno auge, lastrado por el fraude, la traición y las dudosas relaciones de Frank.

La película retrata la grandeza y la decadencia de un friki irascible. Detrás de los láseres de colores, la música atronadora, los bailarines a diferentes alturas, la cocaína por kilo y la avalancha de dinero, la película se centra en analizar la trayectoria meteórica de Frank Verstraeten, un antihéroe que resulta antipático en un primer momento, pero al que casi cogemos cariño por su perseverancia y por el alcance de sus ambiciones, a pesar de haber empezado con muy poco.

Robin Pront se atreve con un biopic épico, a medio camino entre Casino, por su narración en primera persona, y La red social, por su protagonista decididamente friki, armado con una ambientación espectacular (el Zillion, un flamante club nocturno y un personaje en sí mismo) y un grupo de personajes coloridos y más grandes que la vida (sumando a la madre de Frank al trío compuesto por su hijo, la reina de la belleza y el rey del porno). La dirección artística de la película debería tocar la fibra sensible del público belga y despertar su nostalgia, ya que incorpora códigos cinematográficos inventados en parte con este objetivo. La estética es indudablemente llamativa y atractiva, manteniéndose fiel a la decadencia de la época. El conjunto está impulsado por la energía de sus actores: Jonas Vermeulen, que ofrece un gran trabajo aportando intensidad a su antihéroe, Charlotte Timmers, que aporta profundidad a Miss Bélgica, Matteo Simoni, que ofrece complejidad en su papel de rey del porno, y Barbara Sarafian, que transmite un aire maquiavélico a la cariñosa madre de Frank.

Zillion es una producción de FBO (Bélgica), Woestijnvis (Bélgica) y Millstreet Films (Países Bajos).

(Traducción del francés)