23/01/2023 - El director suizo Luc Walpoth nos invita a dejarnos ir junto a una ternura auténtica que no tiene nada que ver con el sentimentalismo

En su primer largometraje, Peripheric Love, presentado en estreno mundial en la sección de óperas primas de las Jornadas de Soleura, Luc Walpoth presenta a una pareja en crisis que intenta salir a flote, a pesar de la inestabilidad laboral y de un acontecimiento inesperado que supone una amenaza mayor para su unión. Interpretados con inteligencia y precisión por la actriz mexicana Iazua Larios, y el actor, productor y guionista napolitano Fabio Troiano, Maria y Giorgio componen el eje central de una película que juega con los contrastes sin caer en el maniqueísmo. Peripheric Love, que gira en torno a los sentimientos cambiantes de estos dos protagonistas, nos invita a relajarnos en una especie de ternura auténtica muy alejada del sentimentalismo.

Nacido en Zúrich y educado en la EICAR (Escuela Internacional de Creación Audiovisual y Dirección Cinematográfica) de París, Luc Walpoth tiene varios cortometrajes en su haber, obras que han sido nominadas y premiadas en festivales internacionales como Palm Springs, Locarno, Sitges y Clermont-Ferrand. En este primer largometraje ha decidido retratar un drama social, melancólico y lleno de esperanza, que elogia las pequeñas cosas y presta voz a los excluidos de una sociedad competitiva.

Peripheric Love está protagonizada por Maria, una inmigrante mexicana que trabaja para los Brandt, una familia de clase de media, y Giorgio, un guardia de seguridad que vigila la fábrica de esa familia por la noche. Aparentemente son una pareja normal que lleva una vida modesta, que no puede permitirse lujos, pero que comparte pequeños grandes logros. Sin embargo, la rareza de sus conversaciones los separa de forma lenta pero segura; poco a poco el silencio reemplaza a la espontaneidad y a los sueños, como si la realidad estuviese ahogando los sentimientos que Maria y Giorgio ya no se atreven a compartir. El encantador párroco (Alessio Lapice) a quien visita Maria, y la trabajadora sexual transgénero (interpretada por la magnética Christina Andrea Rosamalia) a quien Giorgio rescató durante un ataque son los encargados de escuchar sus problemas y asumir el papel de consejeros.  

Casi a modo de espejo, los Brandt (Ursina Lardi y Bruno Todeschini) también están perdidos en el silencio de una relación que ha llegado a su fin. Aunque muy diferentes, los cuatro están a la deriva y se ven obligados a reconstruir relaciones que parecen estar atrapadas en la costumbre.

Lo sorprendente de esta película, y algo que le da un subtexto fascinante, son las personas que apoyan la historia de amor de Giorgio y Maria, y que dan una nueva vida a su futuro: el sacerdote y la trabajadora sexual, dos individuos marginados que, sin embargo, tienen la clave para un mundo redentor construido sobre la confianza y el cariño. Distanciando a los dos protagonistas de los estereotipos que la sociedad tiende a asociar a las parejas y, sobre todo, a las familias, estos dos consejeros trabajan desde las sombras para ayudarlos a volver a respirar y a empezar sus vidas con mayor ligereza en sus corazones.

La ciudad de Turín con su alma santurrona, industrial, conservadora y multicultural sirve como telón de fondo a esta historia, que evoca el rigor frío e industrial de las obras de Antonioni. Al igual que las dudas que atormentan a Maria y a Giorgio, los numerosos primeros planos de las caras de los actores chocan con las fábricas angulares de Turín para recordarnos que la realidad está llena de ricos matices y que nunca es blanca y negra.

Peripheric Love ha sido producida por Dschoint Ventschr Filmproduktion (Zúrich), Casa delle Visioni (Milán) y SRF Schweizer Radio und Fernsehen..

(Traducción del italiano)