30/01/2024 - El primer largometraje de Sophia Bösch nos lleva a un universo onírico con toques distópicos habitado por personajes con miedo que luchan por su propia supervivencia

Además de estrenarse a nivel mundial en la competición Big Screen del IFFR, Milk Teeth [+lee también:
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ficha de la película], la ópera prima de la directora suiza Sophia Bösch, se ha presentado en la competición Ingmar Bergman del Göteborg Film Festival y en el Festival Max Ophüls Preis. La película cuenta la historia de tres mujeres (Edith, Skalde y la pequeña Meisis) que descubren la importancia de la hermandad y los lazos familiares que pueden forjarse más allá de los vínculos de sangre. A la vez madres, hijas, mujeres, lobas y brujas, las protagonistas de la película se ven obligadas a luchar por su individualidad dentro de una misteriosa sociedad asfixiada por sus propias reglas. Milk Teeth es una adaptación de la novela homónima de 2019 de la escritora alemana Helene Bukowski, una cinta en la que se retratan tanto la atmósfera sombría como la necesidad visceral de pertenencia que se describen en el libro.

La película se inicia en medio de la espesura de un bosque brumoso y desolado, un paisaje en el que el único sonido que se oye —y que dota de sonido a cada una de las imágenes— es la respiración de un perro grande y negro. Poco a poco, entre los altos árboles y la jauría de perros, van apareciendo las primeras siluetas de seres  humanos: dos mujeres —una más joven que la otra—, un niño misterioso y un grupo de personajes armados con pistolas. Todos parecen estar alerta, como si algo malo pudiera ocurrir en cualquier momento. Pero, ¿quiénes son realmente estas presencias humanas que parecen habitar el bosque y temen su tenebroso poder? De pronto, descubrimos que aquello que les asusta son las sospechosas muertes de animales que parecen haber sido asesinados por una misteriosa criatura a la que los humanos tratan de dar caza. No es fácil descifrar los vínculos entre estos personajes, pero lo que está claro desde el principio es que se trata de una microsociedad que, al margen del mundo exterior, intenta sobrevivir en un entorno hostil de escasez de recursos. Y lo que más importa aquí es el cumplimiento de unas normas estrictas creadas para preservar el precario equilibrio de esta sociedad autosuficiente.

Por un lado, están aquellos —liderados por Pesolt (Ulrich Matthes), el miembro más respetado de la comunidad— que siguen las normas del grupo al pie de la letra, y por otro lado, encontramos a otro subrgrupo formado por personajes —la gran mayoría de los cuales son mujeres— que se han construido una vida al margen, personajes a los que el otro grupo tolera pero no integra. Entre ellos están Edith (Susanne Wolff) —la madre de la protagonista—, una misteriosa pareja de mujeres a la que Edith está muy unida y Kurt, que ama el alcohol más que a nada ni a nadie. En medio de este grupo está Skalde (Mathilde Bundschuh), que intenta superar el estigma heredado de su madre y ganarse el respeto de la comunidad a base de demostrar que es fiel a sus códigos. Sin embargo, el equilibrio que la protagonista ha conseguido laboriosamente —entre la necesidad de pertenecer a una sociedad inflexible pero reconfortante y unos lazos de sangre (y corazón) que trascienden toda razón— se ve amenazado por la llegada de una especie de misteriosa mezcla entre niño, niña y lobo (interpretada por la jovencísima Viola Hinz) de los "campos en llamas". Skalde, que no duda en cuidar de la criatura, se ve obligada a elegir bando: el de la superstición o el del corazón.

Milk Teeth es una película que cuenta la historia de una sociedad de otro mundo que fluctúa fuera del tiempo, un largometraje que explora la posibilidad de liberarse de un patriarcado oneroso y engorroso al tiempo que hace hincapié en el poder de un tipo de conocimiento antiguo e instintivo que es principalmente patrimonio de las mujeres. Reforzada por unas interpretaciones de alto nivel, una fotografía majestuosa (Aleksandra Medianikova) que hace palpables todos y cada uno de los cambios de atmósfera y presta una atención casi obsesiva a todos los sonidos de la naturaleza (el diseño del sonido corre a cargo de Gina Keller), la película logra una conexión perfecta entre las imágenes y los temas.

Milk Teeth ha sido producida por la alemana Weydemann Bros en coproducción con las suizas Dschoint Ventschr Filmproduktion AG y SRF Schweizer Radio und Fernsehen. Las ventas internacionales corren a cargo de LevelK.

(Traducción del italiano)