PELÍCULAS / CRÍTICAS Reino Unido / Estados Unidos
Crítica: 28 años después
por Vittoria Scarpa
- En la secuela de 28 días después, Danny Boyle vuelve al terror apocalíptico en forma de una feroz historia de paso a la adultez que gira en torno a la familia y la memoria de los muertos

Todo el Reino Unido ha sido azotado por un virus y puesto en cuarentena. Una pequeña comunidad de supervivientes se refugia en una isla para protegerse del contagio, y hay una franja de tierra que conecta la isla con el continente —donde viven los infectados— y solo puede cruzarse cuando hay marea baja. Danny Boyle regresa al terror apocalíptico más de veinte años después de su película de culto, 28 días después, en la que un joven Cillian Murphy se despertaba en una Londres desierta, devastada por la propagación de un virus que convertía a las personas en seres feroces y parecidos a los zombis. Tras volver a unir fuerzas con Alex Garland, coguionista de la primera película, el director de Trainspotting y Slumdog Millionaire [+lee también:
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ficha de la película] (ganadora de ocho Óscar) ha confiado el papel protagonista de su nueva película a un niño de 12 años para quien la transición a la edad adulta implica cruzar esa franja de tierra, llegar al continente y recordar que tiene que morir.
Memento mori, nos recuerda 28 años después, que llega a los cines italianos el 18 de junio a través de Eagle Pictures y a los cines británicos de la mano de Sony Pictures, pero también memento amoris, que significa “recuerda amar”. Para Spike (el debutante Alfie Williams), el amor está encarnado por su padre Jamie (Aaron Taylor-Johnson), pero sobre todo por su madre Isla (Jodie Comer, ganadora de múltiples premios por su papel en la serie Killing Eve), que padece una misteriosa enfermedad imposible de diagnosticar, ya que hace mucho tiempo que no hay médicos en la isla. Se trata de una comunidad arcaica donde los hombres se dedican a la caza y, a pesar de su corta edad, ha llegado el momento de que Spike coja un arco y unas flechas y luche por su supervivencia, lo cual implica dirigirse al continente en busca de provisiones y matar a todas las criaturas infectadas que se crucen en su camino. Con toda la comunidad despidiéndoles y su padre como guía, ambos cruzan el enorme portal que separa y protege la isla del resto del mundo, sabiendo que si no regresan a casa, nadie podrá ir a buscarlos. La expedición tiene éxito, pero cuando Spike descubre que hay un médico en tierra firme, su objetivo pasa a ser salvar a su madre.
El amor por su madre es lo que impulsa al chico a tomar un camino distinto del que su padre había trazado para él. El encuentro con el doctor Kelson (un Ralph Fiennes recubierto de yodo rojo anaranjado para protegerse de los infectados que, a su vez, desempeña la función de guardián de la memoria de las víctimas) será determinante para Spike en su transición a la adultez y hacia su nueva vida.
28 años después es el primer capítulo de una nueva trilogía ambientada en el universo de 28 días después. La segunda película, 28 Years Later: The Bone Temple, ya ha sido rodada y se estrenará en enero de 2026, dirigida por Nia DaCosta (Boyle podría volver a la dirección en la tercera entrega, actualmente en fase de financiación). La película, que ha sido rodada en parte con un iPhone (en algunas secuencias se utilizan 20 a la vez, incluso sujetos a los propios actores), ofrece una experiencia inmersiva, visualmente estimulante y con dosis suficientes de horror (el virus ha generado variantes entre los infectados, desde criaturas lentas y reptantes hasta los llamados “Alpha”, que son gigantes y extremadamente veloces). La música, a cargo del grupo escocés de hip hop progresivo Young Fathers, exhibe la fuerza que la caracteriza en las escenas de acción. Desde el punto de vista narrativo, la película juega más con los sentimientos que con posibles subtextos políticos, y su final abrupto sirve de gancho para el siguiente capítulo, de modo que deja la impresión de que, una vez preparado el terreno con esta primera entrega, lo mejor está aún por venir.
28 años después ha sido producida por las británicas DNA Films y Decibel Films, junto con Columbia Pictures (Estados Unidos). La distribución internacional de la película corre a cargo de Sony Pictures.
(Traducción del italiano)
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