17/12/2002 - Con motivo del Festival de Cine de Roma, Manuel Pradal ha presentado el preestreno de Ginostra, producida por Studio Canal en colaboración con France 2 Cinéma y Emotion Pictures

En su segundo largometraje, el director francés Manuel Pradal vuelve al Mediterráneo, deteniéndose en la poderosa y atractiva tierra siciliana. Enteramente ambientada en la isla de Stromboli, la película está interpretada por algunas celebridades del cine estadounidense como Harvey Keitel, Andie McDowell y Harry Dean Stanton, así como por actores italianos como Stefano Dionisi, Francesca Neri y Asia Argento. Vendida ya en 35 países, esta historia de “familias y mafia”, como el propio director la define, “y de la relación de los protagonistas con la violencia”, fue acogida con entusiasmo en el último Festival de Toronto. Invitado por el festival romano, Pradal nos habla de su larga aventura cinematográfica.

Su película ha tenido un recorrido bastante arduo, dos años para hacerla es mucho tiempo…
“Sí, en efecto, el rodaje comenzó en diciembre de 2000 y tendría que haber terminado en unas pocas semanas. Pero, por el contrario, pasaron 15 semanas, casi un año para el montaje, la erupción del Etna que nos obligó a volver al plató, y luego los cambios en la dirección de producción de Canal Plus. Pero yo me mantuve, luché contra todas las fuerzas naturales de la industria cinematográfica y lo conseguí”.

Una historia bastante compleja en la que los personajes no son lo que parecen…
“En un principio había pensado en un thriller urbano ambientado en Nápoles, pero luego tuve que cambiar de idea porque esta ciudad habría roto la historia. Pasé entonces de un paisaje a otro y luego, con la ayuda de los actores que había elegido, la historia se modificó hasta terminar en lo que ahora es Ginostra. Quería que la película indagara principalmente en las situaciones de violencia y temor que se pueden dar dentro de una familia”.

Rodó toda la película en Stromboli, un lugar magnífico desde el punto de vista de la naturaleza pero muy evocativo en la historia del cine italiano, pienso en Rossellini, en Antonioni…
“Los maestros de esa talla no pasan inadvertidos incluso para uno como yo que no iba de pequeño al cine y que no puede definirse como cinéfilo. Nací en un pueblo cerca de Montpellier, prácticamente a mitad de camino entre París y Roma, y por tanto a caballo entre dos cinematografías fundamentales. Este parentesco indirecto me ha animado a sacar provecho de ambas culturas, con una atención especial al cine de los años sesenta y setenta, que siento más lírico y romántico”.

Su película reúne a un reparto muy importante, no sólo con los norteamericanos Hervey Keitel, Harry Dean Stanton y Andie McDowell, sino también con nombres atractivos como Stefano Dionisi, Francesca Neri y Asia Argento
“Tengo que estar agradecido al éxito que obtuvo mi película anterior, Marie Baie des Anges, presentada en el Festival de Venecia de 1997. Las excelentes críticas que recibí me permitieron entrar en el olimpo del séptimo arte e, incluso, muchos directores me ayudaron a hacer la siguiente película, poniéndome en contacto directamente con los actores que me gustaban. Harvey y Andie aceptaron mi propuesta sin leer siquiera el guión. Lo más difícil fue convencerlos de que vinieran a Italia y de que estuvieran bloqueados en una pequeña isla siciliana durante 15 semanas”.

¿Y en el caso de los actores italianos?
“Elegí a Asia porque creo que es un icono de la italianidad que yo quería representar, y a Stefano Dionisi porque encarna el ideal de masculinidad latina que necesitaba para ese papel”.

¿Su próximo proyecto lo traerá nuevamente al Mediterráneo?
“No, pero sí a través del océano, para desembarcar en Nueva York. Ginostra es el último capítulo de una trilogía que había empezado con una película de estudio que hice en Montpellier con la ayuda de algunos amigos, entre ellos Agnes Jaoui, y que luego continué con Marie Baie des Anges, Además de la historia neoyorkina, la verdad es que tengo otro proyecto, que transcurre en Canadá”.

A propósito de esta película de estudio, ¿cuándo la veremos aquí en Italia?
“Nunca, nunca la verá nadie. Es un ejercicio escolar en el que expreso mi pasión por el cine de Pier Paolo Pasolini, pero es un homenaje demasiado absoluto, importante para mi desarrollo profesional pero imposible de proponer al público”.