17/06/2015 - El debut del director suizo-francés David Nicolas Parel es un hipnótico viaje que se mete bajo la piel del público y lo lleva a territorios inexplorados

Body (Le Corps du frère) [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de David Nicolas Parel, se ha proyectado recientemente en la sección de películas suizas del festival Visions du Réel. El documental explora el mundo entre bastidores de las competiciones de culturismo, en las que el esfuerzo físico inhumano va de la mano con la ciega determinación de los atletas, que están dispuestos a hacer cualquier cosa, incluso a ir más allá de sus propios límites. El director examina el lado oscuro del culturismo, sus secretos y, por encima de todo, las motivaciones personales de los atletas. A lo largo del documental, observamos cómo el reconocimiento y búsqueda de la utópica perfección estética constituyen la esencia de una vida dedicada (¿o más bien sacrificada?) al rigor y a la disciplina. Parel encara sin temor algunos temas tabú como el dopaje, animado por la búsqueda de la verdad y una espontaneidad que, en ocasiones, resulta desconcertante. Body (Le Corps du frère) es un documental increíblemente intenso y sincero, tanto como si la vida del director dependiera de él.

El primer largometraje de Parel no se limita únicamente a explorar el mundo casi sectario del culturismo, sino que se abre a una reflexión más personal y emotiva sobre la tensa relación entre el director y su hermano, ambos adeptos del “culto al cuerpo perfecto”. Durante muchos años, el propio David Nicolas Parel fue un atleta dedicado en cuerpo y alma al culturismo. Por este motivo, su hermano, todavía adolescente por aquel entonces, sentía una gran admiración por él. Su vínculo los unía y a la vez los distanciaba (tan solo se puede adorar a un ídolo desde cierta distancia), ya que su hermano tenía al director en un pedestal y lo consideraba una leyenda. En Body (Le Corps du frère), esta relación está patas arriba, como si un espejo deformante (en este caso, la cámara) hubiese cambiado para siempre las cartas sobre la mesa y, como consecuencia, las reglas del juego. Por su parte, el director observa pacientemente a su hermano, que se ha convertido en un atleta y culturista obsesivo. Las rígidas y sagradas reglas de este deporte, basadas en llevar el esfuerzo físico al borde la locura, el sufrimiento psicológico y la soledad, forman parte de su realidad cotidiana, una especie de una intransigente segunda familia que exige total dedicación.

Parel retrata con sensibilidad un mundo que conoce de primera mano y que a menudo es considerado caldo de cultivo de la superficialidad y el hedonismo. “Su mundo” está lleno de personajes psicológicamente complejos, por los que el espectador siente amor, odio, comprensión y cerrazón en una montaña rusa de emociones. Tras meses de rodaje, la relación entre el director y su hermano comienza a deteriorarse paulatinamente, hasta el punto en el que ninguno de los dos soporta la situación. La falta de comprensión de sus nuevos roles divide a los dos hermanos en lugar de unirlos, llevándolos a una confrontación violenta. Para evitarlo, el director de Annecy decide situarse delante de las cámaras y hacer algo que no había hecho en años con el fin de revivir el vínculo fraternal perdido: volver a entrenar. De este modo, a lo largo del documental el director realiza una especie de psicoanálisis masoquista. Tanto su cuerpo como el de su hermano simboliza la sociedad en búsqueda constante del utópico control físico y mental. El vínculo de los hermanos se manifiesta a través del sufrimiento físico que refleja la complejidad y naturaleza extrema de su relación. Una lucha con (y contra) ellos mismos por recuperar el afecto perdido. Un retrato intenso y desconcertante de las obsesiones contemporáneas.

Body (Le Corps du frère) ha sido estrenada en Romandía y está distribuida mundialmente por P.S. Productions.

(Traducción del italiano por David Jiménez Santonja)