08/03/2012 - El segundo largometraje de Joachim Trier tiene todas las papeletas para convertirse en la película noruega más famosa en Francia, donde Memento Films distribuyó 53 copias

Aunque llegó un poco fuera de temporada, Oslo, 31. August [+lee también:
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ficha de la película], del noruego Joachim Trier, vendió 30.000 entradas el primer fin de semana de su estreno en Francia y va en camino de convertirse en la película noruega más popular en el país galo, amenazando con quitar la corona a Kitchen Stories, de Bent Hamer (2003), que consiguió vender 75.000 entradas.

"En Noruega consiguió vender 65.000 entradas, y en dos semanas en Francia ha conseguido mejorar esta cifra ", destaca el productor noruego Hans-Jørgen Osnes de Motlys AS. "Esperamos conseguir las 150.000 entradas vendidas", añadió Alexandre Mallet-Guy, director de Memento Films Distribution, que ha aumentado las 38 copias iniciales a 53 al ver el éxito inmediato de la película.

Oslo, 31. August se presentó el año pasado en la sección Un Certain Regard del festival de Cannes y ya ha triunfado en otros dos certámenes franceses (Pau y Angers) y conseguido dos premios importantes, entre ellos el de mejor película en el Festival internacional de Estocolmo. También fue nominada para el premio del Consejo Nórdico.

En el recién celebrado festival de Sundance, mientras que Trier participaba como consejero del Directors' Lab, la agencia de ventas alemana The Match Factory vendió la cinta a la distribuidora angelina Strand Releasing después de haberla vendido a otros 20 territorios, incluido el Reino Unido (Soda Pictures).

Tanto Oslo, 31. August como el primer largo de Trier, Reprise [+lee también:
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entrevista: Karin Julsrud
ficha de la película] (2006), aparecen en el programa del festival parisino Ciné Nordica (del 7 al 12 marzo), único festival de cine nórdico de Francia, que se celebra estos días en el Cinéma du Panttéon de París. En el festival también se proyectan dos películas de su abuelo, Erik Løchen (autor de La Chasse, [1959]), que era escritor, músico y director. Cuando le preguntaron qué había heredado de su antecesor, Joachim Trier respondió: "Nada; él murió cuando yo sólo tenía nueve años, aunque me enseñó a hacer salto de esquí".

(Traducción del inglés)